La cuarta jornada de debate sobre los proyectos para habilitar el aborto tuvo ponencias de médicos a favor y otros en contra, que sorprendieron con constantes alusiones a Adolf Hitler y el holocausto nazi.

"¿Qué nos diferencia de Hitler y su raza aria si dejamos que mueran las personas con síndrome de down?", se preguntó Eduardo Moreno Vivot, médico pediatra.

Como ya se había escuchado en las audiencias anteriores, los detractores del aborto aseguran que en Estados Unidos, Canadá y Europa hay poca gente con síndrome de down porque  cuando detectan ese síntoma en el embarazo abortan.

"Hitler se dedicaba a seleccionar personas y seta ley se dedica eso", aseguró la neonatologa María Inés Turri, que exhibió un retrato gigante de Hitler durante su ponencia. 

"En las sociedades de primer mundo estos bebés no nacen. Si nos dedicamos a seleccionar personas como lo hacía Hitler nuestra sociedad no será justa, madura e inclusiva", sostuvo ante LPO María Inés Turri, Neonatología del Hospital Austral.

Unos minutos antes había exhibido una filmina con el retrato gigante de Hitler, que logró atragantar a más de uno en la sala 3 del Anexo C. "¿Era necesaria esa provocación? ¿No cree que puede tocar otras fibras?", preguntó LPO.

"No. Justamente Hitler se dedicaba a seleccionar personas y esta ley se dedica a eso. Él prefería que determinadas razas sean eliminadas y otras no. Acá estamos haciendo exactamente lo mismo: descartamos a los que tienen síndrome de down, alguna cardiopatía congénita o trastornos digestivos. Sino, vamos a matar enfermos y nos ahorramos problemas médicos", comparó.

Como si fuera coordinado, Diego Abriola, musicoterapeuta, hablo de un "holocausto demográfico". La radical Karina Banfi recordó en la ronda de preguntas que en Israel está habilitado el aborto. "Yo sólo estoy hablando de la gente con síndrome de down", se defendió Moreno Vivot.

Cumplir con su libreto fue la consigna de cada expositor a tal punto que Daniel Lipovetzky, el diputado macrista que organiza los debates, les propuso varias veces contra argumentar a otros expositores, pero a nadie le interesaba.

No se escuchaban entre sí, subían el atril y leían. Y así una y otra vez. Por la mañana Francisco Turri, hermano de María Inés, había provocado con un video que exhibía un aborto quirúrgico de un médico norteamericano.

"¿Qué nos diferencia de Hitler y su raza aria si dejamos que mueran las personas con síndrome de down?", dijo Eduardo Moreno Vivot.

 "Mostró un video de un aborto en el tercer trimestre de gestación, lo cual no es lo que está en debate en ninguno de los proyectos. Respetar las reglas de discusión es fundamental para que podamos tomar una decisión informada", se quejó por twitter la diputada radical Brenda Austin, integrante de la campaña a favor del aborto. 

En otro tono, Varinia Frau Alveal, psiquiatra, volvió a hablar de las secuelas de interrumpir el embarazo, pero en el hombre. "También ellos tienen un síndrome post-aborto. Toda promulgación del aborto es favorecer la enfermedad mental de la población", solicitó.

Los profesionales que apoyaron la ley estuvieron menos provocadores. "Discutimos si desde el Estado se garantiza un acceso a una práctica segura e informada; o si seguimos viviendo en un país que elige mirar para otro lado en esta problemática", sostuvo Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped.

"El modo en que las mujeres acceden al sistema de salud y la contención que éste puede darles es lo que hace que una interrupción sea seguro y de calidad. Quienes defendemos la legalización venimos de la salud pública y los que se oponen provienen principalmente del ámbito privado de la salud", agregó María Paula Botta, médica especialista en medicina general y familia.

"La maternidad será deseada o no será. Legalizar y acceder al aborto es la única forma de transformar esta sociedad en una sociedad más justa", sostuvo entre llantos Ornella Tinirello, trabajadora en un Centro de Salud.