El juez Jorge Ballestero admitió que piensa en renunciar a su cargo en la Cámara Federal porteña, en medio de las presiones del Gobierno por la polémica liberación de Cristóbal López.

"No descarto la posibilidad de irme. Mi médico me dijo que no puedo vivir en conflicto permanente", dijo Ballestero al diario La Nación. "Tengo edad para jubilarme y ocho stents en un año, pero no me gustaría irme así", agregó en referencia a las sospechas sobre el fallo que liberó al dueño del Grupo Indalo.

El ministro Germán Garavano le dijo al mismo diario que aceptarían sin problema la renuncia de Ballestero, lo que les ahorraría el complejo trámite del juicio político.

Como contó LPO, Mauricio Macri está convencido de que Ballestero fue el cerebro de la liberación de Cristóbal y el cambio de carátula que lo dejó al borde de la impunidad, por lo que pidió forzarlo a irse de la Justicia. En la Rosada creen que no aguantará la presión, a diferencia de su ex colega Eduardo Freiler.

La estrategia de presión empezó con el impulso a una investigación en el Consejo de la Magistratura sobre la decisión de integrar el tribunal que liberó al zar del juego sin sortear un tercer camarista, como reclamó la Corte Suprema en una inédita decisión. Ballestero habría sido quien decidió que la sala se termine de conformar con el juez Eduardo Farah, lo que le permitió alcanzar una mayoría para liberar a López.

Pero además, la Magistratura le abrirá un Jury para investigar su supuesto enriquecimiento ilícito, en una repetición del mecanismo que se puso en marcha en su momento para destituir a Freiler.

Por otro lado, La Nación también reveló que Farah mantiene contacto con el Poder Ejecutivo para lograr un traslado a otro fuero con menos exposición que el de la Cámara Federal que revisa las decisiones de los jueces de Comodoro Py. Sería la Cámara Federal de Mar del Plata. Una salida elegante.