El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, ya tiene la reforma electoral que impulsó para tener mayor margen en 2019, en medio de la bronca de un sector de Cambiemos por un nuevo gesto de Mauricio Macri para el mandatario peronista, a quien mostró con el español Mariano Rajoy.

La Legislatura provincial aprobó los controvertidos cambios con los votos del oficialista Unión por Córdoba (UPC) y un apoyo a medias del kirchnerismo, mientras que el interbloque Cambiemos no fue a la sesión, ante la segura derrota.

Las reformas introducidas establecen las dobles candidaturas a nivel provincial (los candidatos a gobernador podrán serlo a la vez a legislador), cambios en el financiamiento de las campañas electorales con aportes estatales y privados, prohibiendo los aportes anónimos, y la derogación del tope como fecha límite del 1 de marzo para que el gobernador anuncie la fecha de la contienda electoral.  

Ésta última fue la más cuestionada de las iniciativas, ya que el peronismo había impuesto la fecha tope con una norma aprobada hace apenas un año y medio. Ahora Schiaretti podrá poner convocar a elecciones con 90 días de anticipación, lo que le dará mayor margen para definir la fecha y podrá acortar al máximo el tiempo de las campañas electorales.  

En Cambiemos dicen que la reforma es una jugada producto de la desesperación del peronismo ante la posibilidad cierta de perder la provincia que gobierna desde 1999. Es que el oficialismo sabe que Córdoba es uno de los bastiones electorales de Macri y se entusiasman en aprovechar su buena imagen para desalojar a Schiaretti en 2019.

El problema para Cambiemos es que el mensaje de Macri hacia Córdoba sigue siendo difuso por la excelente relación que mantiene con Schiaretti. Ese vínculo quedó una vez más ratificado esta semana con la foto que el Presidente le obsequió al cordobés junto a Rajoy en un almuerzo en la Rosada. El Gobierno se encargó de difundir la imagen de los tres abrazados y sonrientes.

La foto no hizo más que aumentar la desconfianza y la bronca de los radicales cordobeses, que ya habían hecho saber su malestar por los guiños de Macri a Schiaretti. La UCR de Córdoba -que lidera Ramón Mestre- tiene una sospecha bastante bien fundada de que la Rosada terminará bloqueando la candidatura del intendente.

Es que en el Gobierno -donde ya avisaron que no quieren que las candidaturas se definan con internas- prefieren como candidato en Córdoba al ex árbitro Héctor Baldassi o al radical Mario Negri, visto como más confiable para la Rosada que Mestre.

Pero, como contó LPO, también Baldassi está molesto por los gestos de Macri a Schiaretti. En definitiva, todos los posibles candidatos de Cambiemos sospechan de una preferencia del Presidente por un segundo mandato de su amigo Schiaretti.

La buena relación del gobernador con la Rosada ya motivó especulaciones sobre la posibilidad de que el cordobés adelante las elecciones provinciales, renueve el mandato y luego permita un triunfo de Macri en octubre de 2019, una posibilidad alimentada por la reforma electoral aprobada este miércoles.