La guerra entre la oferta y la demanda en el mercado local por la escasez de soja sumó este miércoles un nuevo capítulo. El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) informó un compromiso de embarque adicional por un total de 120 mil toneladas.

La información fue prácticamente inmediata a las 120 mil toneladas que se habían anunciado 24 horas antes y, como era de esperar, tuvo un golpe de efecto en los precios de la soja negociados en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En la jornada de este miércoles la soja disponible cayó por segundo cierre consecutivo cotizando a $ 6.100 por tonelada, unos 100 pesos menos que el día previo y hasta 300 pesos debajo de lo negociado el lunes pasado cuando llegó a $ 6.400 por tonelada.

De esta manera, con los anuncios de importaciones provenientes de EE.UU. los compradores lograron imponer un techo a los precios locales que venían en alza en función de la caída de la cosecha que se ubicará en apenas 38,5 millones de toneladas.

LPO pudo saber que en los próximos días podrían incrementarse los pedidos a EE.UU. dado que con las importaciones provenientes de Paraguay (alrededor de 2 millones de toneladas) no es suficiente para compensar las pérdidas provocadas por la sequía.

Las fábricas locales, entonces, decidieron aumentar de manera significativa las compras de soja en el exterior para bajar la capacidad ociosa de las plantas de la zona de influencia de Rosario dado que a partir de octubre se registrarían niveles inéditos.

En este sentido, la capacidad de molienda de soja en la Argentina se ubica en 205 mil toneladas por día (en 2017 la capacidad ociosa fue del 30%). Nuestro país cuenta con un stock remanente de soja 2016/17 de 12,3 millones de toneladas, según datos oficiales.

"Si nos quedamos con la producción argentina y con las importaciones de los países vecinos, el complejo de fabricas tendría una pérdida muy grande. Así compensan la pérdida y mejoran la calidad de la soja", comentó a este medio el analista Javier Buján.

Como sea, la pelota ahora está del lado de las autoridades del Senasa que deberán emitir próximamente un permiso especial de importación de soja estadounidense dado que no todas las variedades transgénicas de EE.UU. fueron autorizadas en la Argentina.

"Hay que estar atentos a ver cómo sigue esto. Si no se autoriza determinada variedad, se redireccionan los barcos; no es grave. No descarto que tengamos una baja adicional en el mercado local pese a que Chicago muestre un recorrido alcista", señaló Buján.

De todas maneras, se descuenta que el titular del organismo sanitario, Ricky Negri, pondrá en marcha tales permisos para evitar un posible conflicto diplomático con la Casa Blanca donde recibieron de muy buena manera la apertura de las importaciones.

De hecho, en ámbitos diplomáticos cercanos a Casa Rosada, el hecho de que la Argentina importe soja de EE.UU. fue interpretado como un gesto político de Macri a Trump luego de que el americano levante las restricciones al acero y al aluminio local.