El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da SIlva decidió hoy no entregarse para cumplir la condena de 12 años y un mes de prisión y esta noche resistÃa rodeado de decenas de miles seguidores dentro del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo, a la espera de negociar para mañana o el lunes su detención.
Pasadas las 20 la PolicÃa informó oficialmente que la detención no se concretarÃa esta noche, mientras que el presidente de la Federación Nacional de PolicÃas Federales, Luis Antonio Boudens, le dijo a la agencia DPA que Lula no es considerado un prófugo. "La condición de prófugo es especÃfica. Tiene que haber componentes de fuga o negativa de comparecencia", explicó.
El plazo para entregarse voluntariamente a la PolicÃa Federal dado por el juez Sérgio Moro venció a las 17 de este viernes, tras lo cual se abrió una fase de tensiones porque una búsqueda forzada por parte de los agentes podrÃa terminar en enfrentamientos con la militancia, que está en vigilia.
Es más, de acuerdo con el avance de las horas crecÃa y se apagaba, alternativamente, la posibilidad de que el lider sindical hablara a la multidud, lo cual finalmente no ocurrió.
Según O Globo, en el entorno de Lula quieren evitar cualquier tipo de incidentes o violencia, pero la imagen del lÃder del PT siendo detenidos entre miles de seguidores podrÃa aportarle épica en medio de la campaña presidencial, de la que Lula no se baja. Los medios opositores dispararon que Lula se "autosecuestró" mientras arreglaba con la PolicÃa.
Lula tiene previsto quedarse hasta el sábado en Sao Bernardo do Campo y sus abogados negocian la entrega con la PolicÃa Federal. "Lula no irá al matadero con la cabeza gacha", afirmó el abogado de Lula, Antonio Batocchio.
En Brasil, un allanamiento o procedimiento de detención programada debe realizarse hasta las 18, a plena luz del dÃa, con lo cual Lula cumplió su estrategia para evitar que Moro moldeara la forma de captura.
"Moro tiene la idea fija de verme detenido apenas por un dÃa", dijo Lula a un periodista cuando se despertó, a las 6 de la mañana, en su vieja oficina del sindicato, acompañado por dirigentes del Partido de los Trabajadores, del Movimiento Sin Tierra y de la Central Unica de Trabajadores.
El paÃs estuvo en vilo sobre lo que ocurrirÃa con Lula con su segunda detención en su vida, luego de la registrada en el mismo lugar en 1980, cuando la dictadura militar lo arrestó por 31 por represalia contra las huelgas en el polo industrial más grande de Sudamérica, el Gran San Pablo.
Mientras tanto, su defensa presentó esta madrugada un pedido de habeas corpus ante el Supremo Tribunal de Justicia con el argumento de que el pedido de prisión fue emitido sin que la cámara de apelaciones de Porto Alegre cumpliera con los pasos del proceso.
Existe un recurso de queja con el cual Lula ganarÃa tiempo hasta el martes, pero de todos modos el Tribunal de Porto Alegre liberó a Moro para detener al ex presidente. El juez lo hizo en tiempo récord: en 40 minutos firmó la orden de prisión y pidió a la policÃa federal no usar esposas al arrestarlo.
La defensa de Lula explicó que "la orden de captura llegó antes de que se terminen los trámites y recursos ante el tribunal", en virtud de que en el fallo del tribunal del 24 de enero último, los tres magistrados determinaron que la prisión solo podrÃa ocurrir después de agotada toda la tramitación en segunda instancia.
Pero poco después del mediodÃa, el STF rechazó el recurso y dejó a Lula casi sin opciones judiciales para evitar la prisión. Sus abogados anunciaron que realizarÃan algún tipo de presentación ante las Naciones Unidas.
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Los mercenarios del capital financiero internacional, que no tendrían ni el uno por ciento de los votos si fueran mañana mismo a elecciones democráticas y sin proscripciones, esperan, con la detención de Lula, acallar a quien ha sido el más grande gobernante brasileño desde Getulio Vargas a la fecha.
Lo que pasa en Brasil apesta. Los medios, con el apoyo de los EE.UU., glorifican a Sergio Moro como el juez inmaculado que es capaz de meter presos a todos los corruptos, cuando en realidad es un títere al servicio de los intereses yanquis, que se fijaron en las coimas de Odebrecht sólo cuando Brasil comenzó a despegarse del seudoimperio, Y digo seudoimperio porque los verdaderos imperios (como el romano o el otomano) terminan por darle la ciudadanía a todos sus vencidos, algo que nunca ocurrirá en este caso, ni siquiera con el alcahuete general Villas Boas.
Lo que no se puede aceptar, y es motivo de amplia discusión, es que para construir ese poder popular, haya aceitado los mecanismos con dinero de la corrupción en la obra pública.
Y lo lamentable, es que la derecha pregona ética pública, pero cuando la miramos con cuidado, es aún más corrupta que los populismos que demoniza (evidente en nuestro país).
Y, nos guste o no, para los sectores populares, llegan más las medidas favorables para su bienestar, que los efectos de la corrupción.