El presidente de Estados Unidos Donald J. Trump ofreció el puesto de director del Consejo Nacional Económico a Larry Kudlow, un economista famoso por sus participaciones en el canal de noticias financieras CNBC.

"No estamos de acuerdo en todo, pero en este caso, creo que eso es bueno", declaró Trump sobre Kudlow ayer. "Quiero tener opiniones divergentes. [Aunque] estamos de acuerdo en casi todo".

"Creo que Larry tiene una buena oportunidad", dijo el mandatario.

Kudlow llega a reemplazar a Gary Cohn, el ex CEO de Goldman Sachs que la semana pasada renunció a su cargo cuando Trump decidió seguir adelante con la imposición de tarifas para el acero y el aluminio, medida que Cohn intentó detener durante meses.

Kudlow, sin embargo, tampoco es un proteccionista como Peter Navarro o Wilbur Ross, principales defensores de las tarifas. Se trata de un economista firme creyente en el libre mercado. En los ochenta Kudlow trabajó con la administración de Ronald Reagan en temas económicos, y durante la campaña de 2016 asesoró a Trump de manera informal en asuntos de economía.

De acuerdo con reportes de la propia CNBC, Trump le ofreció el trabajo a Kudlow ayer y el anuncio oficial por parte del presidente podría ocurrir antes de que termine la semana.

Al inicio de su carrera, en los años 70, Kudlow se identificaba como demócrata, sin embargo, tras la llegada de Reagan fue uno de los que apoyaron la controversial estrategia económica del goteo o trickle-down theory, que sostiene que la economía crece cuando las clases altas tienen los medios para invertir y esto genera un derrame de riqueza que termina favoreciendo a los sectores más postergados.

Kudlow aplaudió la reforma fiscal que los republicanos aprobaron en diciembre, y a diferencia de Cohn, que tenía un perfil más progresista, se trata de un republicano fiscal liberal de corte tradicional. A pesar de los puntos en los que apoya a Trump, Kudlow fue muy crítico de las tarifas que impuso el presidente al acero y al aluminio, y advirtió que podrían resultar en incrementos fiscales.

"Aún si las tarifas salvan cada uno de los 140,000 trabajos en el acero de Estados Unidos, pone en riesgo 5 millones de empleos relacionados a la manufactura en las industrias que usan acero", dijo el analista.