Cristina Kirchner no enfrentará una condena judicial antes de las elecciones de 2019, según anticiparon a LPO fuentes judiciales.

La ex presidenta, asediada en varios frentes por causas de corrupción y encubrimiento del atentado a la AMIA, fue noticias en estos días por la elevación a juicio oral de dos de esos casos. Sin embargo, por la extensión de cada procedimiento es matemáticamente imposible que alguno de ellos termina en una condena antes de las elecciones presidenciales del año que viene.

El caso de lavado de Lázaro Báez lo tiene el Tribunal Oral Federal (TOF) número 9 . Este tribunal, el último en crearse, era ordinario pero pasó a ser federal por impulso del macrismo en el Consejo de la Magistratura, lo que disparó críticas al Gobierno por una supuesta intencionalidad política para motorizar la causa contra Lázaro y Cristina.

El TOF 9 pediría unificar esa causa de lavado con otra que implica a Cristina: la de corrupción en la obra pública que el juez federal Julián Ercolini elevó a juicio oral la semana pasada. El TOF considera que las dos causas comparten el mismo mecanismo de corrupción y prácticamente los mismos actores, por lo que buscará quedarse con las dos.

En el primer caso se espera que en el peor de los escenarios para Cristina, el juicio oral comience a fines de 2018, aunque se el inicio se estiraría para principios de 2019. En el segundo caso, como el TOF 9 tiene muchas causas, se espera que el juicio no arranque hasta 2020. En ninguno de ambos casos se llegaría a una condena el año que viene.

En tanto que la causa por encubrimiento del atentado contra la sede de la AMIA no tiene Tribunal Oral todavía. Este lunes, mientras Aníbal Ibarra renunciaba a la defensa de Cristina tan sólo una semana después de haberla aceptado, el juez federal Claudio Bonadío elevó la causa a juicio oral.

Bonadio elevó a juicio oral la causa por encubrimiento del atentado a la Amia.

Télam

Pero Bonadio se quedó con una parte de la causa, seguida contra otros acusados, que siguen siendo investigados y por eso la causa permanece, en parte, en instrucción. Es decir que la sigue investigando Bonadio y ahora se va a sortear el tribunal oral federal que va a tener a su cargo la parte que ya se elevó a juicio.

Según explicaron fuentes judiciales, no se fija fecha de audiencia en forma automática: primero va a tener que integrarse el tribunal y ver si no hay excusaciones; luego se dispone la citación a juicio de las partes para que examinen las actuaciones, documentos y objetos secuestrados que ofrezcan pruebas. En ese punto, las partes pueden plantear recusaciones de los jueces. Después las partes tienen que ofrecer prueba, que puede ser aceptada o no por el tribunal y también podría ordenarse instrucción suplementaria (es decir, producir una prueba nueva en esta etapa). Tras ese procedimiento, las partes pueden plantear excepciones y recién luego de ese punto el tribunal puede fijar una fecha para la audiencia de juicio oral.

En este contexto, fuentes judiciales fueron enfáticas ante LPO al asegurar que "no hay ninguna posibilidad" de que Cristina sea condenada antes de las elecciones presidenciales. Este contexto le permitiría ser candidata, más aun teniendo en cuenta el antecedente de Carlos Saúl Menem en 2017, cuando logró ser candidato pese a estar condenado porque su caso no había tenido sentencia de la Corte Suprema.