Mauricio Macri eliminó un fondo para incentivar a la industria naval y retomó la bronca de los sindicatos que el año pasado peregrinaron por una ley de promoción y finalmente lograron su sanción a fin de año.
Claro que no contaban con la astucia presidencial: antes de fin de año un decreto de necesidad y urgencia borró los dos artÃculos que disponÃan recursos para potenciar la construcción de buques y la ley quedó convertida en un texto declamativo.
"Se elimina el incentivo y se compra material bélico en Francia, que bien pueden hacer nuestros astilleros. La ley asà no sirve. Es sólo una enunciación", protestó el senador chubutense Alfredo Luenzo, que recibió a los sindicatos en el Senado, donde mañana se debatirá el veto presidencial en la bicameral de trámite parlamentario.
Cambiemos tendrá mayorÃa para aprobar el dictamen y si bien la oposición siempre puede unirse en los dos recintos para eliminarlo, la fusión del kirchnerismo y el peronismo dialoguista no parece sencilla.
"La Comisión de Presupuesto como todos los diputados del oficialismo aprobaron el proyecto que ahora el gobierno vetó. Nos sentimos estafados. Esto impide el funcionamiento de la industria naval y deja renga a la marina mercante", protestó Juan Speroni, secretario general del Sindicato Argentino de Obreros Navales y Servicios de la Industria Naval.
El artÃculo 10 de la ley, que eliminó Macri en el DNU, es el que crea el "Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional (FODINN)", con un monto inicial de 1500 millones de pesos con destino a fondear "bienes de capital, equipamiento, infraestructura y tecnologÃa para los astilleros, talleres navales y estudios de ingenierÃa naval argentinos".
"Esa asignación es contraria a la ley de administración financiera que obliga a especificar la fuente de recursos asignados al presupuesto", justifica Macri en el DNU. El otro artÃculo borrado es el 13, que sostiene incentivos para compras de bienes de capital a industrias nacionales, vigentes por un decreto de 2001.
La ley fue un histórico reclamo de los gremios para reactivar la industria naval y la circulación de buques nacionales por las aguas argentinas, poblados de banderas extranjeras. Como siempre en estos casos, la principal traba era la abultada carga impositiva.
El Gobierno nunca estuvo de acuerdo con ceder recaudación fiscal por este tema pero el proyecto se coló en la agenda de cada fin de año del Congreso: se aprobó en 2016 y Cambiemos aceptó, con retoques, sancionarlo en diciembre.
Los incentivos no son muchos: se quita aranceles a la importación de materiales y se promueven lÃneas de créditos. El fondo especial era lo más relevante, pero ya no está.
Otros sindicalistas presentes en el Senado fueron Eduardo Pérez y Jorge Tiravassi, del Centro de Capitanes de Ultramar, Francisco Banegas, Denis Vilardo, y Diego Seimandi, de ATE Ensenada Astillero RÃo Santiago; Julio González Insfran, del Centro de Patrones de Cabotaje, Carlos Fabián del RÃo Pablo Loza Tomaselli, de A.A.E.M.M., Alfredo Bazzan y Carlos Garro, del Sindicato de Obrero Navales Zona Norte.
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- 206/02/1815:23Juajuajauajauajaua que el ejecutivo respete el espíritu de la norma, a ver muchachos, no tienen mas guita o les cuesta darse cuenta el país se estrelló
- 105/02/1823:41Makri está seguro que no heredó la demencia senil del viejo??