Laura Alonso le metió presión al Congreso y anticipó que enviará un proyecto de ley para regular la prohibición a que funcionarios tengan parientes con cargos políticos, que esta semana Mauricio Macri aplicó por decreto pero no fue imitada por Emilio Monzó y Gabriela Michetti.

"Estamos sometiendo a consulta pública durante un mes una propuesta de reforma integral de la Ley de Ética Pública. En la ley hay un capítulo sobre la cuestión del nepotismo. La discusión de una gran reforma de la Ley de Ética Pública va a servir también para abrir estas iniciativas al Congreso, el Poder Judicial y el Ministerio Público", propuso Alonso.

Michetti y Monzó no hablaron sobre una restricción a legisladores con familiares nombrados en el Congreso. Alonso quiere una ley para regular a los tres poderes del Estado. 

"Que sea el Congreso el que dé esta discusión y establezca este régimen u otro pero que lo legisle para todo el Estado" y sugirió que hay tres sectores "que necesitan aumentar su transparencia y funcionamiento interno: la Justicia, el sindicalismo y las instituciones deportivas. Es un objetivo que tenemos para este año", adelantó.

El mensaje pegó entre los legisladores de Cambiemos cuando sus jefes no parecen interesados en impulsar normas anti nepotismo, una tarea nada sencilla porque el oficialismo no tiene mayoría propia en ninguna Cámara.

De hecho, hubo en 2016 un proyecto del diputado del PRO Lucas Incicco, pero el propio oficialismo lo congeló en la Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por Pablo Tonelli.

Habría sido por una orden de Andrés Ibarra, ministro de Modernización, y ahora promotor de este decreto. Eran otros tiempos: su esposa, Carla Piccolomini, es diputada de Cambiemos desde diciembre.

Las espadas macristas no parecen entusiasmadas. "El decreto es un gesto cargado de símbolo, pero se van a perder funcionarios valiosísimos", se lamentó Nicolás Massot, jefe del bloque PRO, en declaraciones radiales.

Tampoco les queda claro a los legisladores cómo se aplicaría una regulación así en el Congreso. Si se impidiera a familiares ser sus asesores deberían abandonar el palacio varios centenares, en una caza de bruzas interminable.

Muchos lograron ser nombrados en planta permanente, un cargo que el decreto de Macri protegió. Alonso quiere resolver todo con una ley.