El peligro, el caos y el descontrol sigue reinando en Pinamar. En la zona de La Frontera un UTV (un vehículo utilitario liviano) casi atropella a tres personas que descansaban sobre la arena.

El video, que se viralizó en las redes, se observa el momento justo en el que el UTV estuvo al límite de embestir a tres jóvenes que tomaban sol en el pico de un médano. Los chicos reaccionaron y logró correrse cuando vieron que el vehículo, que venía subiendo, se dirigía hacia ellos.

El secretario de Seguridad de Pinamar, Matías Yeannes, explicó que el incidente "sucedió en un predio privado, a 200 metros de donde termina la reserva forestal de Pinamar y a 400 metros del mar" y que, por lo tanto, ellos no toman intervención en esa zona.

"Solo actuamos en áreas habilitadas por ordenanza y en la playa o cuando somos convocados por alguna denuncia o emergencia", dijo Yeannes a Clarín. Y agregó que están trabajando en un proyecto de ordenanza para que se obligue a los propietarios de estos predios a realizar un cerramiento y señalizar los ingresos.

Hace poco más de una semana, un choque entre dos cuatriciclos le costó la vida a un chico de 7 años. El accidente ocurrió en "la olla", una zona ubicada en el límite entre Pinamar y el Partido de La Costa.

En ese caso, según informaron fuentes oficiales, también se había intimado a los dueños para que pusieran un cerco que impidiera acceder al predio, pero no lo hicieron.

En el gobierno hay malestar con el intendente Martín Yeza. Es que el descontrol respecto de cuatriciclos y UTV están empañando una temporada en la costa en la que el gobierno provincial invirtió dinero y esfuerzo.

Tras el accidente fatal ocurrido hace nueve días, el alcalde de Cambiemos prefirió desentenderse de ese problema y se focalizó en culpar al peronista Juan De Jesús.

"Lamentablemente en Costa Esmeralda [Partido de la Costa] no se ve presencia del Estado y, por eso, se derivó [a la víctima] a Pinamar", tuiteó Yeza.

Pero además, tras el accidente poco cambió. En la zona de La Frontera los cuatris van y vienen conducidos por chicos sin que ningún agente municipal disponga lo contrario.

Los autos y camionetas bajan a la playa sin control. Algunos cuatriciclos marchan a ritmo de paseo, otros a una velocidad inquietante y algunos incluso hacen piruetas, como circular sobre las dos ruedas traseras y las delanteras a más de un metro del piso.