El pasado mes de junio Donald Trump habrÃa ordenado al abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, despedir al investigador especial Robert S. Mueller III, encargado de conducir las indagatorias del caso Russiagate y de los posibles actos de obstrucción de la justicia por parte del presidente.
Desde que fue puesto al frente del caso poco después del despido del ex director del FBI James Comey, el mundo entero ha estado esperado que Trump eche a Mueller. Trump y sus aliados en repetidas ocasiones insistieron que el presidente jamás considerarÃa tomar una medida asÃ, sin embargo, al parecer lo hizo y la única razón por la que Mueller no fue despedido es que McGahn se negó a hacerlo, y además advirtió al presidente que si echaba a Mueller él renunciarÃa.
De acuerdo con un reporte del New York Times, McGahn habrÃa opinado que despedir a Mueller tendrÃa "efectos catastróficos" en la presidencia Trump, e incluso le habrÃa dicho a otros funcionarios que el presidente no se atreverÃa a hacerlo por su propia cuenta, y que si el abogado se negaba a cumplir la orden el presidente terminarÃa por echarse para atrás. Hasta el momento Mueller sigue a cargo de la investigación bajo las órdenes del sub fiscal general Rod Rosenstein.
Según el Times, Trump y su equipo legal en aquel momento-excluyendo a McGahn, quien no forma parte del equipo tradicional de abogados de Trump-tenÃan tres supuestos conflictos de interés como argumentos para despedir a Mueller. El primero serÃa sobre una disputa de hace años entre Mueller y un club de golf propiedad del magnate en Virginia. Mueller todavÃa era director del FBI en aquel momento y renunció a su membresÃa al club por un disgusto con las tarifas. El segundo argumento tendrÃa que ver con el empleo anterior de Mueller con una firma de abogados que poco antes representó al yerno del presidente, Jared Kushner. Y el tercer conflicto que de acuerdo con Trump impedirÃa a Mueller conducirse con imparcialidad era que un dÃa antes de ser nombrado investigador especial del caso Rusia, Mueller se entrevistó con el presidente para reemplazar a James Comey como director del FBI después de que Trump lo despidiera.
Poco después de intentar despedir Mueller, Trump sumó a su equipo legal al abogado Ty Cobb, quien ha dirigido al presidente hacia un tono más amigable y de cooperación con la investigación, uno que sin duda ha beneficiado más a Trump que el de confrontar abiertamente a Mueller y al Departamento de Justicia. A pesar de Cobb, en semanas recientes Trump ha intentado deslegitimar al FBI, acusando a varios de sus agentes de ser poco parciales y de buscar acabar con su administración.
Ayer la Casa Blanca se negó a comentar en la historia, al igual que McGahn y Cobb. El senador Mark Warner, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la cámara alta, advirtió que despedir al investigador especial "es una lÃnea que el presidente no puede cruzar", al igual que intentar perdonar a testigos clave o interferir de algún modo con la investigación. "SerÃa un grotesco abuso de poder, y todos los miembros del Congreso, de ambos partidos, tienen una responsabilidad con nuestra Constitución y nuestro paÃs de dejar eso en claro inmediatamente".
Los demócratas están considerando crear legislación de algún tipo para proteger la investigación de Mueller y quitarle al presidente la autoridad de remover al investigador de su cargo.
"Creo que ahora que esta revelación fue hecha habrá mayor presión para proteger a Mueller", declaró el asambleÃsta republicano Charlie Dent, quien agregó que McGahn evitó que el presidente tuviera "un momento Archibald Cox", refiriéndose al investigador del caso Watergate que Richard Nixon ordenó despedir cuando las aguas se tornaron demasiado turbulentas.
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