El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, presentó este lunes el Informe de Política Monetaria en el que presentó los resultados del último trimestre de 2017 y el balance anual. Más relajado que en el anuncio del cambio de las metas de inflación, asumió la responsabilidad de la discrepancia entre la meta oficial de 2017 de entre 12% y 17% y la inflación observada del 24,8%, aunque también responsabilizó a un aumento de tarifas mayor al previsto.

El titular del Banco Central separó su argumento entre lo que pasó con los precios regulados y lo que sucedió con la inflación núcleo (o "core"), que es la que refleja el 70% de los precios que componen la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que releva el Indec y que se caracteriza por tener a todos los bienes que no son ni regulados ni estacionales y que, por ende, representa mejor la inflación subyacente.

En este sentido, destacó que "Hoy esa inflación núcleo (en promedio trimestral) está en 18,5%" interanual, por lo cual no hubo una distancia tan amplia respecto del objetivo del 17%. En el último trimestre del año anterior, la "core" había cerrado 4,6 puntos más arriba en 23,1% interanual. Por eso, graficó que el grueso del desvío "ocurrió en la primera mitad del año". En este sentido, Sturzenegger ratificó su mea culpa por haber relajado demasiado rápido la tasa de interés a principios de 2016, medida que se revirtió a partir de mayo cuando la inflación núcleo retomó su camino descendente.

De todos modos, Sturzenegger remarcó que la baja de la inflación fue "muy muy pronunciada" al pasar del 36,6% en 2016 al 24,8% en 2017.

Sin embargo, el presidente del Banco Central sostuvo que: "No podemos dejar de soslayar que los incrementos de los regulados fueron mayores a los que habíamos anticipado". En efecto, 2,1 puntos porcentuales de la inflación obedecieron a una suba de precios que la autoridad monetaria no tenía en sus cálculos iniciales.

Esto dejó traslucir una descoordinación llamativa con el Poder Ejecutivo: al comienzo del año el Banco Central desconocía cuál era el plan de ajustes tarifarios del Ejecutivo.

Télam

Cuando Nicolás Dujovne asumió a cargo del ministerio de Hacienda y cambió las metas fiscales de Alfonso Prat Gay, preservó las metas de inflación fijadas por su antecesor a pesar del costo en materia de tasa de interés que debería pagar el Banco Central para intentar salvar la inconsistencia macroeconómica entre unas metas y las otras. Inconsistencia ampliamente discutida en el sector privado. Un año más tarde, disconforme con el atraso cambiario, Macri dio la orden de cambiar la meta.

'Los incrementos de los regulados fueron mayores a los que habíamos anticipado', dijo Sturzenegger: 2,1 puntos porcentuales de la inflación no estaban en los cálculos iniciales del BCRA.

La mayoría de los aumentos no previstos fue en diciembre, reconoció Sturzenegger a la vez que aclaró que "sí habíamos anticipado una suba de transporte" que al final no se concretó en 2017 y quedó para febrero de 2018.

"También en cierto sentido nos ayuda para 2018 y diría yo 2019", evaluó el presidente del Banco Central. Es que, perdida por perdida la meta de 2017, el Poder Ejecutivo apuró a cargar todas las subas que pudo en diciembre de 2017 para sacarle presión a la meta de 2018, recientemente elevada al 15% anual.

De cara a 2018, Sturzenegger señaló que están en mejor condiciones para alcanzar el objetivo porque, a diferencia de lo que sucedió el año pasado cuando los precio regulados subieron 38,7%, este año esperan una suba de tarifas del 21,8%.