Carlos Arroyo realizó un agasajo a los turistas que llegaron a Mar del Plata e inauguró la temporada de verano con una nueva polémica, al proponer "mandar a una chica bonita" a convencer a empresarios para que inviertan en el municipio. 

"Vamos a mandar a alguna chica bonita a convencer empresarios que vengan a invertir a Mar del Plata", dijo el intendente, quien en 2016 había desatado un escándalo al opinar que muchos políticos "malgastan dinero en "campañas de moda, como la de violencia de género", en lugar de priorizar invertir en educación.

Arroyo, aliado de Cambiemos pero ya públicamente enemistado con la gobernadora María Eugenia Vidal, protagonizó otra polémica que irritó al gobierno unos meses atrás, cuando uno de sus funcionarios dijo que los sin techo son como "perritos que se sienten cómodos en la calle".

En esta oportunidad, el intendente aseguró en un acto público que volvieron "las grandes temporadas de Mar del Plata", y aseguró que lo sabe "por la gran cantidad de turistas a los que hemos reconocido por su llegada a través de todas las vías de acceso" y porque "el día acompaña muy bien, como pronosticando una temporada exitosa".

Tras su exabrupto, los periodistas le preguntaron sobre los femicidios ocurridos en la ciudad, como el caso de la joven Lucía Pérez. Ante eso, el intendente aseguró que la política de seguridad es la "mejor de la Provincia" y que se buscará "trabajar cabeza a cabeza con las familias".

Sin embargo, aclaró que los femicidios no pueden resolverse con mayor presencia policial sino "con educación y cultura" y "con la eliminación del machismo tradicional en Argentina, una enfermedad no sé por qué motivo".