La elección de Darío Diaz Perez como nuevo presidente del PJ de Lanús hizo estallar una interna en el kirchnerismo local: Julián Álvarez rompió con su aliado Edgardo Depetri, acusándolo de haber jugado a favor del ex intendente en esos comicios.
Hubo cuatro listas que compitieron en la interna: la de Díaz Pérez, la del concejal massista Sebastián Beroldo, la del sindicalista Miguel Pedelhez y la de Roberto "Toti" Crovella, un consejero escolar del FpV que apoyaba Álvarez y que se asumía que tenía el silencioso visto bueno de Depetri.
En rigor, mientras Álvarez apoyó a Crovella, Depetri hizo un anuncio diciendo que no iba a intervenir en la interna, que no se declaraba en favor de ninguna de las cuatro listas. Sin embargo -como aseguraron fuentes del kirchnerismo local a LPO- puso a sus dos colaboradores más cercanos (su jefe de despacho y su jefa de campaña) a participar de la lista de Crovella.
La elección fue paupérrima: sobre un padrón de alrededor de 39 mil afiliados sólo votaron unos 3.500. Es decir, menos del 9 por ciento. De ese total, la diferencia de Díaz Pérez y Crovella fue muy exigua: de poco más de 170 votos. Lo que denuncian en titular de esa boleta y Álvarez es que en dos escuelas les robaron votos y que llamativamente los fiscales que faltaron en esas mesas eran los que había puesto Depetri.
Por eso, en Lanús insinúan que quedó claro que hubo un acuerdo entre Díaz Pérez y Depetri, que encabezó la lista local de Unidad Ciudadana y anticipan que podría quedar como titular del bloque.
Incluso hablan de que ese pacto supera a Díaz Pérez y apuntan a que el más beneficiado con la explosión de la interna es el intendente macrista Néstor Grindetti. "El único ganador en la interna fue Grindetti: Con Díaz Pérez ya había cerrado y ahora sumó a Depetri", se quejan en el kirchnerismo local.
La enemistad de Álvarez con Díaz Pérez tiene larga data, pero en su entorno aseguran que hasta último momento habían negociado la posibilidad de una lista única, con la condición de que ni Díaz Pérez ni su esposa, Karina Nazábal, fueran candidatos.
Incluso dicen haberle ofrecido al ex intendente que pusiera él a la cabeza de la lista siempre y cuando no tuviera su apellido, pero que Díaz Pérez se negó.
Sin acuerdo de unidad, el ex intendente buscó impugnar las tres listas opositoras. Luego se retractó y retiró la impugnación, con el argumento de que lo había hecho en un intento de "forzar el diálogo" por la unidad. Finalmente compitió y es el nuevo presidente del PJ local.
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- 220/12/1714:59son toda pelias de alto buelo inteletual, el país pendiente
- 120/12/1714:11Después de leer el artículo, me parece medio ampuloso hablar de estallido del kichnerismo. Más bien, es una simple pelea resultado de las habituales roscas, manipulaciones, acuerdos, traiciones, en fin, todas las prácticas propias de la corporación política. Lo que sí llama la atención es que Grindetti, al igual que muchos otros representantes del PRO, muestre gran experiencia en estas lides propias de los políticos y tan denostadas por el macrismo. En una palabra, los amarillos se muestran indignados por comportamientos que desprecian, pero no dejan de practicarlos. ¡¡Bienvenidos a la despreciable política!!