En el Gobierno admiten que no hubo tareas de inteligencia para prevenir los desmanes que se ocasionaron frente al Congreso y en el resto del microcentro durante las protestas contra la reforma previsional.
En el Ejecutivo apuntan a la inacción de Gustavo Arribas, titular de la ex Side y de su subordinada Silvia Majdalani, que no aportaron información a las fuerzas de seguridad para amortiguar el impacto de la marcha que terminó con decenas de policÃas heridos y la Ciudad convertida en una zona de guerra, pese a que los incidentes se esperaban desde que Cambiemos fracasó en su intento para aprobar la ley el jueves.
En ese sentido, en el Gobierno admitieron que por la falta de una inteligencia previa no saben quiénes están detrás de los destrozos y sólo pudieron apuntar a "barrabravas" y militantes aislados.
La inteligencia en estos casos es clave para identificar a los instigadores de los desmanes y prevenir la propagación de los actos violentos, que en el Gobierno estiman que estuvieron motorizados por unas 150 personas que sólo pudieron detectar a grueso modo una vez que estallaron los incidentes.
Una postal de la falta de trabajos de inteligencia se dio esta tarde luego de que el oficialismo consiguiera el quórum, que casualmente fue el momento que desencadenó los peores episodios de violencia. El responsable del operativo de la PolicÃa de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro, le pidió a Juan Grabois, referente social de la Confederación de Trabajadores de la EconomÃa Popular (Ctep) que frenara a los militantes de esa agrupación que tiraban piedras. "No son mÃos", le respondió Grabois.
El único infiltrado que pudo ser detectado fue Sebastián Romero, ex candidato a diputado de la izquierda, que disparó una molotov con un mortero. Pero no fue la ex Side quien lo identificó sino un tuitero.
En los gobiernos anteriores hicieron uso de este recurso, incluso en la Alianza, en donde sabÃan con exactitud quién instigaba los saqueos y el conflicto social que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa. Carlos Menem y Eduardo Duhalde hicieron lo propio en sus mandatos y durante el kirchnerismo también se utilizó la inteligencia para detectar instigadores, como en la Cumbre de las Américas que se desarrolló en Mar del Plata en noviembre de 2005. En ese entonces, el gobierno de Néstor Kirchner identificó que el origen de las protestas contra George Bush provenÃa de uno de sus más importantes funcionarios.
Luego, Cristina Kirchner dinamitó la SIDE pero siguió teniendo el monitoreo de la calle con una inteligencia paralela a cargo del ex jefe del Ejército, César Milani.
Cuando asumió, Macri sólo desactivó a la Side paralela y no reestructuró a la oficial, en donde designó a Arribas, representante de futbolistas y a Majdalani, que llegó allà por haber participado de la bicameral de Inteligencia del Congreso, en donde cumplÃa las órdenes de Francisco Larcher, segundo de la ex Side de Cristina Kirchner. Hoy pagó los costos.
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Tan nabos e inútiles son que para espiar te piden permiso...