Con cambio de vestuario incluÃdo, Elisa Carrió calificó sin vueltas como un intento de golpe de Estado a la combinación de los incidentes de los últimos dÃas, que tuvieron un nuevo pico este lunes en la batalla del Congreso, con la dificultad del gobierno para sancionar la reforma previsional.
"Nosotros somos diputados de la Nación, ejercemos una representación, queremos tratar la ley", agregó la lÃder de la Coalición CÃvica. "Cuando un grupo impide que funcione el Congreso o la Corte Suprema estamos ante un Estado de Echo, que no es ni más ni menos que un golpe de Estado", destacó.
"Pido que todo lo que ocurre se corra vista al fiscal y juez de turno para que investigue esta conspiración institucional", agregó.
Le respondió la jefa del bloque massista Graciela Camaño, que enhebró un filoso discurso que levantó elogios. "Yo se que existen las conspiraciones institucionales, pero el tema es que no serÃa la primera vez que el Estado conspirador mete gente de los dos lados, vaya si conocemos a los instigadores de las marchas, los violentos que vienen y los que se mandan", sugirió.
"Lo que está ocurriendo hace varios dÃas corresponde al pésimo manejo de la situación por parte del Gobierno, en la campaña intentamos por todos los medios debatir este tema porque estaba en los temas que estaba en el intercambio de papers con el FMI, pero en la publicidad de Cambiemos no aparecÃa y cuando al jefe de Gabinete se lo interrogaba se remitÃa a la Ley de Reparación Histórica, o sea que se defraudó al votante", agregó.
"Es verdad que ganaron legitimidad en la elección, pero la legitimidad no es una foto el dÃa de la elección es una consecución de acontecimientos de gobierno al que se le da responsabilidad del Poder Ejecutivo", agregó Camaño y comparó las expresiones del macrismo con el "vamos por todo" del kirchnerismo.
Y responsabilizó a Marcos Peña, y dirigiéndose a Emilio Monzó agregó: "Tenemos un monje negro, el jefe de Gabinete le tiró pescado podrido, porque usted nunca tuvo 129 diputados, desde la Casa Rosada le tiraron pescado podrido a usted y todos sus compañeros".
"El problema que tenemos en la calle no es el kirchnerismo corrupto ni la oposición piquetra como dijo este señor está a tiro de censura de esta casa. No habÃa terminado la sesión que este señor ya estaba dándole instrucciones a "la tropa" y salieron los dirigentes del oficialismo a hablar de diputados piqueteros", agregó.
"No bajemos el volumen de la voz para hacer creer que somos los buenos. Los buenos no le roban a los jubilados, a los pensionados, a los combatientes de Malvinas, a las mujeres de la AUH... se requiere ser tan hipócritas que hasta nos olvidamos de los discursos que hicimos en el pasado", agregó.
Desde el kirchnerismo el primero que se habÃa referido a una situación de crisis institucional grave al estilo de la que sufrió Fernando de la Rúa en el 2001, fue el radical Leopoldo Moreau, aunque en su caso lo atribuyó a una jugada del propio gobierno, que en todo caso le salió mal.
"Esta ley se trató hace diez dÃas en el Senado sin problemas, entonces la pregunta es: ¿Qué pasó en el interÃn? Creo que alguien en el Gobierno imaginó este escenario y por eso hago una cuestión de privilegio al Jefe de Gabinete. Porque tenÃan dudas respecto al quórum y tal vez creyeron que la mejor manera de forzar la situación era generar un estado de caos que justificara el acompañamiento de la ley para no poner al paÃs al borde del pricipicio", señaló.
"Coronaron el disparte de traer a la GendarmerÃa que militarizó la zona, intimidó a legisladores, les pudo salir muy mal, no hubo un muerto de casualidad y hubiera sido un caos social incontrolable", se alarmó y agregó "nos estamos jugando la Democracia y no la República que inventó esta señora", agregó en referencia a Carrió.
"Este paÃs ya atravesó estas circunstancias, a De la Rúa se le acercaron tipos y en la noche fatÃdica del 20 de diciembre le dijeron no entregues la cabeza de Cavallo, decretaron el Estado de Sitio y terminamos con veinte muertos", concluyó.
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El pueblo que trabaja o trabajó toda su vida es victima de la clase política, ni que hablar de los sindicalistas somos victimas siempre.
La banda K y afines, son una bolsa de vómitos.
El oficialismo hoy con esta ley, demuestran caracteristicsa propias de los empresarios negreros e inescrupulosos que los bancan tambien siempre.
Me dan mas repugnancia los que hoy no son oficiliastas.