El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne fue el último orador del panel "Bases para alcanzar el progreso sustentable de la región" de la Conferencia Internacional de EconomÃa y Finanzas (CIEF) 2017 organizada por el Banco Ciudad, el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF), la Universidad Torcuato Di Tella y la Fundación Banco Ciudad.
En su exposición, insistió en una definición novedosa: "La polÃtica fiscal no es gradual" aseguró al presentar la coyuntura argentina. Contrario a las crÃticas recientes que sostenÃan que su polÃtica no era de "gradualismo" sino de "inacción fiscal", el ministro explicó que la muy lenta baja del déficit fiscal obedece a que se ve parcialmente contrarrestada por la reducción de la presión fiscal. También defendió la polÃtica monetaria de Federico Sturzenegger en su exposición en el Park Hyatt.
De acuerdo al ministro, entre 2015 y 2017 la relación de gasto consolidado entre provincias y Nación sobre el PBI bajó del 40% al 38% y se reducirá al 32% en 2023 si la economÃa continúa creciendo al 3% anual como lo indican sus previsiones y si se cumple el compromiso asumido con las provincias en el Pacto Fiscal.
A su vez, el ministro resaltó que el crecimiento económico obedece en buena medida a la baja de impuestos aplicada en los primeros años de gobierno, al tiempo que defendió la Reforma Fiscal que crea un impuesto a la renta financiera: "Ningún paÃs de la OCDE" no grava los intereses que perciben en el mercado las familias, aseguró.
En lo que respecta a la conflictividad social que están generando las medidas que requiere el gradualismo, el ministro de Hacienda minimizó las diferencias con los sindicatos y aseguró que hay buen diálogo con la Confederación General del Trabajo (CGT):
La exposición de Dujovne fue posterior al debate que presentaron los otros economistas del panel: la profesora de Harvard Carmen Reinhart, y los dos ex economistas en jefe para Latinoamérica del Banco Mundial, el ecuatoriano Augusto de la Torre y el chileno Sebastián Edwards. Entre ellos analizaron el cambio de polÃtica monetaria de Estados Unidos -hoy la Reserva Federal subió otro cuarto de punto la tasa de referencia- y su impacto para los paÃses emergentes cuyo endeudamiento creció fuertemente en los últimos dos años al pasar de 350.000 millones de dólares en 2015 y 870.000 millones dólares en 2017.
Fiel a su estilo, Reinhart volvió a advertir sobre los riesgos internos de que el endeudamiento externo se traduzca en un boom de crédito doméstico que incluya préstamos de mala calidad. Y en este sentido, remarcó la importancia de la macroprudencia interna: "La disciplina en el corto plazo no va a venir de afuera", sostuvo al analizar la posibilidad de la reversión de flujo de capitales. "Cuando llega de afuera es demasiado tarde y lleva a los sudden stop a la (Guillermo) Calvo", advirtió.
Sin embargo, aclaró que "Para la Argentina es un caso distinto" por estar aislada durante bastante tiempo de los mercados y que hace falta distinguir cuánto del rápido endeudamiento local es "un salto once and for all y cuánto es sostenible". Como Argentina estaba afuera de los Ãndices de mutual funds, para la cubana buena parte del endeudamiento obedece a esta vuelta la mercado financiero y que no va a repetirse ya que "esa re-entrada no es algo que se dé todos los años".
Aun asà consideró que Argentina, aun atrasada respecto de la región en materia de profundización financiera, debe cuidarse de los riesgos provenientes del sistema crediticio interno (como sucedió en Estados Unidos con los créditos subprime) ya que "la velocidad mata".
Otra advertencia sobre las formas que adquiere el endeudamiento doméstico provino de Augusto de la Torre, también ex presidente del Banco Central de Ecuador, quien aseguró que el tema de participación público-privada (PPP) "me pone nervioso". Es que de acuerdo a una investigación suya, los gobiernos que más quieren hacer contratos de PPP son los que más apremiados están en términos fiscales y en esa necesidad de hacen concesiones a los privados que a la larga los carga con mayores riesgos. Por eso recomendó no engolosinarse con las PPP y compararlas siempre con el costo de endeudamiento tradicional para el financiamiento de la inversión pública.
Por su parte, Edwards consideró el caso en el que los riesgos internos provienen de los nuevas demandas sociales (ver cuadro) que empujan en contra del crecimiento económico y lo ejemplificó con lo que sucede en Chile, donde el 56% de la población votó en primera vuelta en contra de "el modelo" que les permitó el crecimiento sostenido más prolongado de la región.
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Además de su participación en el debate sobre las condiciones financieras que podÃa enfrentar América Latina, el ex economista en jefe para la región del Banco Mundial, Augusto de la Torre, aportó dos preguntas claves a la hora de pensar los desafÃos del crecimiento económico.
Aunque aclaró no tener las respuestas, el ecuatoriano propuso primero pensar la manera en la que la nueva estructura social puede afectar la viabilidad polÃtica de las reformas económicas. Durante cincuenta años -incluso tras el consenso de Wasington- el 50% de la población latinoamericana era pobre y solo 20% era de clase media. Hace quince años esto cambió y con el boom del precio de los commodities la pobreza se redujo a 35% y la clase media se amplió al 35%.
Este cambio generó "nuevas demandas sociales" de vivienda, transporte público, salud y educación, que para de la Torre obligan a pensar a los paÃses desde otra perspectiva ya que "No es lo mismo ser un paÃses de ingresos medios que de clase media".
"Lo que pasa es que ahora vivimos en un frenazo de lo que sostuvo ese crecimiento espectacular", consideró el economista, quien explicó que esta mejora social no obedeció principalmente a las polÃticas sociales sino a una mejora relativa de los ingresos económicos de los sectores con menor capacitación.
Eso lo llevó a la segunda pregunta por la redistribución de la riqueza en la región, es decir "si el crecimiento -en caso de que volvamos a crecer- va a poder venir acompañado de equidad social".
Y en este punto, sin una nueva mejora de los precios de los commodities en el horizonte, el ecuatoriano reflexionó sobre lo que podrÃa llegar a suceder sin una reforma educativa profunda ahora que parece volver a ampliarse la brecha por entre los salarios de los más y menos calificados.
Junto a las preguntas, de la Torre también trajo algunas definiciones sobre la forma en la que los Gobiernos, que hoy se enfrentan al déficit fiscal, el estancamiento económico y las nuevas demandas sociales, deberán hacerles frente a las reformas. En este sentido, consideró que el gradualismo es la forma más adecuada para la conjunción de variables, pero aclaró que "La gradualidad siempre levanta el problema de la credibilidad", aseguró retomando la exposición de Guillermo Calvo en el panel previo.