Juan Ignacio Maquieyra tiene 30 años y es uno de los funcionarios más jóvenes del gobierno porteño. Tiene a su cargo el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), un organismo creado para paliar el histórico déficit habitacional de la Ciudad, pero que se hizo más conocido por su desorden interno y conflictos con piquteros, que por sus obras.

Odia que le digan "Juani" y se hizo conocido por importunar a Cristina Kirchner durante una charla en Harvard, a donde curó una maestría que, jura, aún está pagando en cuotas. Asegura que "la inflación" y "una economía muy volátil", trabaron los créditos hipotecarios durante el kirchnerismo, pero que actualmente hay "una macroeconomía más ordenada". Señalado como una de las "promesas" del semillero PRO, dice que quiere quedarse varios años más en el IVC, tantos que incluyen un segundo mandato de Horacio Rodríguez Larreta. "Estoy para trabajar seis años en el Instituto", adelanta quien tiene a su cargo las iniciativas más "progresistas" del Gobierno, como la integración de villas y la Ley de Alquileres.

-¿Qué balance hace de la aplicación de la Ley de Alquileres?

Es un balance positivo. Que la comisión no la pague el inquilino esta dando buenos resultados y también registramos que la gran mayoría de las inmobiliarias están publicando los derechos de inquilinos y propietarios en las páginas web. También tenemos buena respuesta cuando algún inquilino tiene un problema legal.

La ley era un primer paso que va a estar complementado por lo que estamos trabajando en la mesa de alquileres y que tiene que ver con encontrar una alternativa a la garantía inmobiliaria y con promover que haya más viviendas en alquiler en la Ciudad.

-Hubo bastante fastidio en las inmobiliarias con la Ley. Algunas aseguraron que podrían cerrar.

La mesa también está integrada por las inmobiliarias y si bien no siempre estamos de acuerdo en la manera que miramos los alquileres, sí hubo una buena primera reunión. Sobre la comisión tal vez no coincidimos, pero sobre la garantía espero que nos pongamos de acuerdo.

-¿Están cumpliendo con los tiempos que se habían planteado para la urbanización y traslados de villas?

Venimos cumpliendo. Queríamos mudar a Lacarra y San Antonio las familias de la Villa 26, cosa que vamos a hacer la semana próxima. Las viviendas van a estar escrituradas antes de que las entreguemos y con un consorcio conformado cuando se entregue el edificio. Eso es fundamental para que los vecinos sientan la casa como propia.

El año que viene seguimos con varias inauguraciones y en 2019 no quedarán 400 familias del camino de Sirga para mudar.

LPOMarcelo Arias

-¿Qué proyectos tienen para la Villa 21-24?

Estamos trabajando para relocalizar a las más de 1000 familias que están en el camino de Sirga. También estamos planificando obras de infraestructura troncales para el barrio que están a cargo de la SECHI.

-LPO entrevistó al geógrafo Alain Musset y planteó que si el Estado no le daba más que un título de propiedad a los habitantes, era muy difícil que pudieran conservar sus hogares, porque enseguida se los comparían. ¿Qué hace el estado porteño para evitar esta situación?

Realizamos una acompañamiento social antes, durante y después de la mudanza. El abordaje que se hace involucra a los distintos efectores del barrio, no es solo la vivienda. También Educación y Salud están presentes en el pleaneamiento de los barrios. Para los casos donde puede haber peligro de gentrificación, como en la Villa Rodrigo Bueno, estamos pensando en la figura del derecho de preferencia. El vecino accede a un título por la cuál la vivienda es suya pero si quiere venderla, el primer actor que puede comprarla es el Estado. Por eso ante un eventual proceso de gentrificación puede regularlo como para que familias puedan acceder a la vivienda. Seguramente podamos también aplicarlo en Fraga y estamos en conversaciones con Diego Fernández para la Villa 31.

-Un gran problema en la Villa 31 son los alquileres: muchas veces los propietarios aumentan los precios después de mejoramientos del Estado, ¿cómo pueden lograr que no sean expulsados?

Vamos a comenzar el tema mejoramientos desde el año que viene. Como principio rector los mejoramientos tendrán un costo y los vecinos lo pagarán en cuotas. Si hay un mejoramiento para un vecino que alquila va a ser un mejoramiento a condición de que la familia que está viviendo actualmente pueda quedarse. Nuestra intención es generar contratos de alquiler para darle a inquilinos y propietarios que permitan evitar las situaciones de injusticia.

-Parece un cambio rotundo entre el primer PRO que planteaba erradicar las villas y la actualidad donde se busca su integración. ¿Qué pasó en el medio?

Hoy están dadas las condiciones para poder encarar una política integral de vivienda que involucra a los sectores medios y los de mayor vulnerabilidad. Esa política es posible porque la inflación tiende a la baja y una imagen de la Economía de que vamos a andar bien y eso permite la expansión de los créditos hipotecarios. Esa macroeconomía ordenada y los planes Procrear hace que la política de vivienda le permita a un taxista o a un plomero soñar con la casa propia.

Hay tres cuestiones que frenaban los programas de vivienda. Una era la imposibilidad de utilizar los terrenos en donde estaban los asentamientos. No había acceso a los fondos federales y tampoco a préstamos internacionales. Sin esas tres cosas no se puede tener una política integral de villas. Esas tres cosas que están y el apoyo del presidente, nos permite avanzar con esa agenda que para Horacio es un eje fundamental en la gestión.

LPOMarcelo Arias

-¿Cómo impactan plataformas como Aibnb en el precio de los alquileres porteños?

Todavía no tiene la masividad el fenómeno como para impactar en el precio de los alquileres, pero es uno de los temas que estamos empezando a mirar con atención y tal vez lo incluyamos en la mesa de alquileres. En algunas ciudades se registraron aumentos de alquileres por Airbnb, pero nosotros siempre vamos a priorizar que los vecinos de la Ciudad puedan alquilar de un modo accesible y justo. En caso de que haya algún problema vamos a trabajar para que Airbnb pueda existir pero también haya alquileres razonables en la Ciudad.

-Algunos dirigentes del macrismo lo ponen en el lugar de promesa partidaria, ¿en qué lugar espera estar en el futuro?

-Mientras Horacio me siga eligiendo para aportar desde acá a la política de integración mi intención es quedarme. Es muy grande la tarea que tenemos porque venimos de cuatro décadas de una crisis habitacional y porque hay que hacer un trabajo cultural para que haya una integración como vecinos de la Ciudad. Estoy para trabajar seis años en el Instituto.

-Ya se habla de la sucesión de Macri, ¿cómo se vive esa interna entre Peña, Vidal y Larreta desde adentro del partido?

No existe esa interna. Lo que sí existe es un equipo con la enorme responsabilidad de liderar el gobierno de la Ciudad, la Provincia y la Nación y que está profundamente orientado a esa tarea.

-En la gestión anterior la Ciudad entregó muy pocos créditos hipotecarios a pesar de contar con banco con recursos, ¿por qué cambió esa dinámica?

El primer condicionante era la inflación y el segundo una economía muy volátil que hacía que la gente se resguardara en los ladrillos, eso complicaba la oferta y la posibilidad de acceder a esa oferta. Con la inflación a la baja y una macroeconomía más ordenada y la decisión del Presidente de potenciar el crédito hipotecario todos los meses aumentan la cantidad de créditos del sector público. Tanto que este año vamos a aumentar 10 veces la cantidad de créditos que dimos el año pasado.

LPOMarcelo Arias

-En su primer paso por la Ciudad coordinó la paritaria docente. Este año hubo tomas de escuelas y hace semanas el Gobierno anunció la disolución de 29 institutos de formación para transformarlos en una universidad. Da la impresión de que el gobierno avanza sobre algunos temas sin tener una interlocución con la contraparte.

-Soledad Acuña ahora y antes Estaban Bullrich profundizaron el diálogo con el sistema educativo. Con los docentes, con los directivos de las escuelas, con los padres y en algunos casos con los alumnos y los sindicatos. Mi experiencia me dicta que cuando algún sindicato no está de acuerdo con alguna reforma dice que falta diálogo. Para la presentación de la Secundaria del Futuro se venía trabajando muy bien con las escuelas en donde se iba a aplicar la reforma.

Algunos sindicatos tienen una agenda política, pero aún así nosotros trabajamos para que los chicos tengan la educación que se merecen. La primera tarea es poner a los chicos en el centro. La segunda es poner a los docentes en el centro que son los que pueden llevarnos a donde queremos ir con la educación. La oposición viene más de algunos gremios politizados que de una genuina preocupación. No va a haber docentes ni directivos que pierdan su trabajo. Me parece una buena noticia que la Ciudad tenga una universidad y ponga a la carrera docente en el lugar que se merece.