El Gobierno ya tiene un apunte con los proyectos de ley para aprobar este mes en Diputados, antes del recambio legislativo y el debate de las reformas acordadas estos días entre Mauricio Macri y los gobernadores.

Previo a esa maratón, Emilio Monzó pautó 3 fechas para sesiones en noviembre (22, 23 y 29), el último mes posible para tratar proyectos de ley.

Entre diciembre y febrero sólo pueden discutirse proyectos pedidos por el Poder Ejecutivo y es por eso que las noches maratónicas de noviembre ya son un clásico en el palacio.

La Cámara de Diputados de Cristina Kirchner, por ejemplo, se despidió aprobando 96 proyectos de un plumazo y al filo de quórum, por ausencia de laderos de gobernadores que ya hablaban con Macri. 

Cambiemos ya alistó decenas de expedientes, pero hará foco en algunos proyectos que prometen hacer ruido en el Senado, donde el peronismo vive una tensión simultánea con el Gobierno y Cristina Kirchner.

DyN

Para el 23 y/o 24 intentarán aprobar las leyes de mercado de capitales, anti monopolios, compre nacional y la de marina mercante e industria naval, todas con dictámenes esta semana. 

También el registro de violadores impulsado por la radical Gabriela Burgos y la demorada ley de subrogancias en la justicia, que cubre vacíos legales que le permitieran a la ex presidenta ubicar alfiles en tribunales claves en su último año de Gobierno.

No será la única corrección de normas judiciales de la era K: para el 29 está previsto tratar una ley para derogar cámaras de casación creadas en el 2013.

El próximo miércoles la sesión empezará con los temas que quedaron pendientes la semana pasada, cuando la oposición se retiró ofendida con Lilita Carrió, quien calificó de "progresismo estúpido" a los aliados de Sergio Massa.

Su pelea impidió debatir proyectos consensuados, como la autorización a la salida de tropas, el control a los ciberdelitos y mayores sanciones por delitos de estupefacientes.

Para acelerar los trámites, Silvia Lospennato, la macrista que digita cada sesión con mano de hierro, pidió seguir el debate como si nada este miércoles, pero la kirchnerista Teresa García la obligó a levantar la convocatoria.

Le recordó que no había cuatro intermedio pedido y estaba dispuesta a ir a la justicia si no cambiaba sus planes.

Para la sesión del 29, que si es necesario seguirá el 30, Lospennato buscará lucirse con su proyecto para impedir que los condenados por corrupción sean candidatos, ya con dictamen de la comisión de Justicia.

Será el broche de un año con poca actividad parlamentaria, por las tensiones de la campaña electoral y la repentina decisión del Gobierno, hace ya un año, de anticipar la pelea bonaerense, romper con Sergio Massa y complicarse el quórum.

El 6 de diciembre jurarán los diputados electos y Monzó planea hasta 3 sesiones antes de fin de año. Quiere rematar presupuesto, reforma tributaria, laboral y las leyes de responsabilidad fiscal acordadas hoy con los gobernadores.

Su bloque será más robusto y lo recibirá en una reunión la semana próxima, aunque la mayoría de los novatos ya pasó a saludarlo. Los macristas tenían esta noche un asado en una oficina frente al Congreso. 

Monzó necesitará igual una coordinación con el Senado, donde si no hay dos tercios deben transcurrir siete días entre el dictamen y su tratamiento.

Sesionar la última semana del año es una opción en carpeta, pero riesgosa para el quórum, si algunos diputados pierden o no consiguen vuelos. 

Por las dudas, Monzó y Mario Negri le pidieron a sus dirigidos que vuelvan después de navidad por si acaso. Queda mucho por hacer.