Pese a los esfuerzos de Nicolás Maduro de honrar sus deudas en el exterior hasta las últimas consecuencias, el gobierno de Venezuela entró en incumplimiento de pagos por los intereses de deuda de la empresa eléctrica pública Corpoelec.
Según informó Wilmington Trust, el fiduciario del tÃtulo, en un comunicado enviado el viernes a la Bolsa de Luxemburgo, los 28 millones de dólares de intereses por un bono de 650 millones de dólares emitido por la compañÃa estatal, cuyo pago estaba postergado desde principios de octubre, llegaron al lÃmite de su perÃodo de gracia ayer.
"La incapacidad del emisor de pagar los intereses vencidos de las notas en o antes del 9 de noviembre de 2017 constituye un Evento de Incumplimiento en virtud de la Sección 5.1 del Contrato de Fideicomiso", escribió Wilmington Trust en la carta a los tenedores de bonos.
De esta forma, el gobierno de Venezuela dejó impago el 8,5% de tasa de interés de un bono a 2018 cuya cotización ya estaba en 23 centavos por dólar de valor nominal por el temor de cesación de pagos. Resta ver si el próximo lunes, tras una reunión de Gabinete, Maduro resuelve anunciar el default general -primero se reunirá con acreedores para renegociar la deuda y evitar las sanciones de los mercados- o por el contrario se limita a un default selectivo.
Es que estos papeles de Corpoelec no tienen cláusulas de embargo sobre otros bienes del Estado emisor, por lo que el default selectivo es una posibilidad para destinar los pocos dólares que le restan a Venezuela al cumplimiento de las obligaciones de Pedevesa, la petrolera nacional o los bonos soberanos.
De momento el mercado dejó caer a menos de un tercio de valor nominal los bonos soberanos que vencen el año que viene y a menos de un cuarto los del resto dela curva. Lo que da muestra de la escasa confianza en la capacidad de Venezuela de refinanciar sus compromisos o cancelarlos.
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