El ministro de Producción, Francisco Cabrera, recibió este miércoles a los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de San Juan, Sergio Uñac, y representantes del sector vitivinícola en Casa Rosada para escuchar las inquietudes y problemáticas presentadas por ambos mandatarios provinciales y por referentes de la industria vitivinícola respecto del nuevo impuesto interno del 10% al vino propuesto en la Reforma Impositiva.

Junto a los gobernadores estuvieron representantes de Bodegas Argentinas, Unión Vitivinícola Argentina, Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), Federación de Cámaras Vitícolas, Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Fondo Vitivinícola de Mendoza, Asociación de Viñateros de Mendoza, y Viñateros y Bodegueros Este.

Para los productores el gran ausente fue el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que es el impulsor del gravamen propuesto por considerar que se trata de un alimento no saludable que cuenta con impuestos equiparables en la mayoría del mundo. Fuentes oficiales aseguraron a LPO que en el Gobierno resolvieron que sea Cabrera quien entablara este diálogo ya que él se encarga de las negocaciones sectoriales y Dujovne ya había tenido ocasión de abordar este tema con senadores y gobernadores.

Por su parte, Uñac y Cornejo aseguraron que el enfoque del Ejecutivo "es incorrecto" y le solicitaron al Gobierno que "no envíe al Congreso" el proyecto de reforma tributaria con la redacción actual que incluye el impuesto al vino. "Preferimos que lo retiren, que no lo envíen al Congreso. Ese es nuestro plan A", sostuvo Cornejo tras el encuentro.

Días antes, Uñac había resaltado que con este impuesto peligraban las fuentes de empleo de 30.000 trabajadores, por lo que había pedido al Gobierno que reconsiderara la propuesta. En tanto por Mendoza, el ex vicepresidente Cobos, había salido a subrayar la inconsistencia del Gobierno de primero promocionar al vino como la bebida nacional para luego tasarlo por "no saludable".

Respecto de la actividad vitivinícola, Cornejo aseguró a la salida de la Casa Rosada que: "Creemos que es conveniente para el interés general de la Argentina, para la región de las provincias productoras de vino. La Nación y las provincias tenemos que hacer el esfuerzo de bajar la presión tributaria al sector privado argentino. Estamos trabajando en mancomunión con el Gobierno buscando esos objetivos."

En declaraciones a la prensa, el mendocino también destacó que "hay un Gobierno que escucha" y consideró que las provincias vitivinícolas tienen "argumentos sólidos que se sostienen desde la salud, las economías regionales, las cuentas nacionales, como para persuadir al Gobierno" sobre los efectos negativos que tendría la medida incluida en el plan de reforma tributaria.

Al respecto, Uñac precisó que: "Somos el séptimo país en el mundo con superficie cultivada de vid. Lo que estamos haciendo con esto (de intentar gravar el vino) atentar contra una producción que es muy razonable y una base generadora de muchas fuentes de trabajo. Vemos con malos ojos que se grave una actividad que es genuina, que mantiene muchos puestos de trabajo, así como tampoco va a ayudar a solucionar el problema general que tiene el país".

Por su parte, el ministro de Producción resaltó que los proyectos de reforma que se están impulsando desde el Ejecutivo "parten del trabajo coordinado que viene llevando a cabo el Gobierno desde el inicio de gestión con todos los sectores productivos del país", y sostuvo: "El objetivo es conocer de cerca sus realidades, poner en marcha acciones concretas para que sean más competitivos y puedan crear empleo en cada una de las regiones". Dentro de esta agenda, ayer se reunió con la UIA y mañana lo hará con CAME.

Al igual que sucedió en el encuentro con la UIA, el ministro escuchó las objeciones sectoriales pero no se comprometió a ningún cambio en la redacción del proyecto de Ley de Reforma Impostiva tal y como habían asegurado fuentes de Hacienda a LPO.