El juez federal Julián Ercolini procesó a Alejandra Gils Carbó por administración fraudulenta en la compra de un edificio para la Procuración General de la Nación en el microcentro porteño.
Ercolini investiga un perjuicio para el erario público y ordenó un embargo sobre sus bienes por 7 millones de pesos, informaron fuentes judiciales. El procesamiento alcanzó a otros cuatro imputados que participaron de la operación.
La causa investiga la compra de un edificio en la calle Juan Domingo Perón 667, donde tiene su cede la Procuración, y el cual se pagó 43.850.000 millones de pesos en 2013.
La empresa Arfinsa, del Grupo Bemberg, le pagó una comisión de 7.700.000 a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios por asesoramiento y esta firma aportó 3 millones a Juan Carlos Thill, un productor de seguros y familiar de Guillermo Bellingi, subdirector general de Procuración al momento de la licitación.
#GilsCarbó "Debemos pedir juicio político aunque no tengamos número. Poner en evidencia quiénes la protegen" @marioraulnegri en @radiomitre— Bloque UCR - HCDN (@diputadosucr) 12 de octubre de 2017
Ercolini investiga si la licitación estaba previamente planificada y direccionada hacia la compra de ese edificio y estudia contactos entre los acusados.
En su descargo por escrito, Gils Carbó aseguró no haber cobrado ninguna comisión y que Bellingi "defraudó" su confianza.
Apenas había sido convocada a indagatoria, la funcionaria salió a dar entrevistas rechazando las sospechas en su contra y minimizando su rol de imputada.
Recordó que el propio presidente Mauricio Macri asumió su cargo en el Ejecutivo procesado en la causa de las escuchas telefónicas ilegales, en la luego, poco después de asumir como jefe de Estado, quedó sobreseído.
Sin embargo, como adelantó LPO, en el Gobierno ya especulan con su renuncia para evitar un juicio político, que hasta ahora Cambiemos prefirió evitar por la presión de Elisa Carrió para mandar al banquillo a Ricardo Lorenzetti. Incluso en el gobierno no descartan tentar a Margarita Stolbizer con el cargo, para terminar de alejarla de Sergio Massa.
La propia Gils Carbó sabía que el procesamiento en su contra era lo más posible y contrató al influyente y carísimo ex ministro de justicia, León Arslanian, para que se encargue no sólo de su defensa técnica, sino también para que abra una negociación con la Casa Rosada y el Congreso, para ver si es posible una salida acordada.
Conocido el procesamiento, Mario Negri, jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, pidió su renuncia. "Es cierto que aún faltan instancias de revisión judicial, pero el cargo que Gils Carbó ostenta y este procesamiento son mérito suficiente para que dé un paso al costado", manifestó.
Y anticipó que pronto la citarán a la Bicameral de Seguimiento del Ministerio Público Fiscal, donde como anticipó LPO, Cambiemos demoró su visita a la espera del procesamiento.
La comisión de Juicio Político, que debería iniciar el trámite para la destitución de la procuradora, la preside el macrista Álvaro González y ya hay pedidos para investigarla por la causa que ahora la dejó procesada.
Para echarla hacen falta dos tercios de los presentes en cada Cámara, un número inalcanzable por Cambiemos sin sumar aliados peronistas. Por eso la apuesta es apurar su salida.
En la justicia aseguran que León Arslanián asumió la defensa de Gils Carbó para protegerla también en el Congreso, donde tiene amigos peronistas y radicales. Por lo pronto, no pudo evitar que Ercolini la procesara.
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