Marcos Peña volvió a referirse a la desaparición de Santiago Maldonado y dijo estar "orgulloso" de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y las fuerzas de seguridad, durante otro cruce con el kirchnerismo durante su informe de gestión a la Cámara de Diputados.

Hubo mucho menos cruces que en otras ocasiones, síntoma de hartazgo y cansancio de campaña, y el mano a mano más fuerte lo tuvo con el camporista Juan Cabandié, por la desaparición de Santiago Maldonado y el polémico uso de datos personales, tanto en la Nación como en la Ciudad.

"Estoy orgulloso de las fuerzas de seguridad; orgulloso de que estén liderando el combate al narcotráfico que ustedes no realizaron. Estoy orgulloso también de nuestra ministra de seguridad por el trabajo y el liderazgo que ha tenido en combate al narcotráfico", afirmó Peña.

"Por supuesto estamos orgullosos de ellos, lo cual no quita que cualquier agente que haga algo mal no lo cubriremos y seremos los primeros en denunciarlo", aclaró luego, ante una pregunta del ex legislador porteño sobre la fuerza que reprimió en una marcha mapuche de Cushamen, donde se vio por última vez a Maldonado.

"Nos interesa la aparición con vida de Santiago Maldonado y el esclarecimiento de todo lo que ha ocurrido. Hemos sido muy claros en que no habrá encubrimiento ni ninguna otra cuestión que cubra a ninguna persona que haya hecho algo mal", repitió el funcionario.

El mes pasado, Peña también había defendido a la ministra en su visita al Senado, y lo mismo hizo con la Gendarmería y con el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, señalado como quien encabezó el polémico operativo.

Cabandié había aludido a un decreto de la ciudad para denunciar la falta de protección de datos personales. "Marcos: es obvio que están espiando", lo chicaneó y aludió a mails semanales sobre actividades de la Ciudad. "Si recibis mail no debe haber información segmentada para buscar votos", ironizó.

La sesión duró 5 horas y empezó 70 minutos más tarde de lo previsto con una escueta introducción de Marcos Peña, esta vez sobre la baja de la pobreza que midió el Indec.

"Hay una baja significativa de tres puntos. No alcanza ni mucho menos, pero es un buen paso en la dirección correcta", celebró y abundó en datos sobre mejoras en empleo, poder adquisitivo y mejoras varias a los jubilados (pago de deuda por reparación histórica, pobreza).

La esperada ronda de discursos kirchneristas tuvo menos gritos pero no faltaron reproches, la mayoría por obras públicas nunca iniciadas en la zona norte y cuyo. 

Héctor Recalde pidió detalles de la reforma laboral, José Luis Gioja no logró saber cómo seleccionan los bancos para las emisiones de deuda ("Me mandaron la respuestas ayer", se quejó) y Teresa García lo dejó perplejo con sus denuncias contra Gladys González por su tarea en Acumar.

No hay nada oculto ni un proyecto laboral concreto", insistió Peña y reafirmó que cualquier debate impositivo pasará por el Congreso. "Hay informalidad y hay bajo empleo. Hay que pensar la capacitación y los negocios de los abogados laboralistas. "Veremos que dicen las urnas el 22 de octubre", chicaneó al jefe del bloque del FpV-PJ. 

Respuestas repetidas

Escoltado por Paula Bertol y Gustavo Lopetegui (se acercó más que otras veces a hablarle al oído), resguardados en el Salón de pasos perdidos por un ejército de asesores, Peña creó rápidamente varios tics para resolver dilemas recurrentes, como la nula ejecución de obras públicas, la falta de financiamiento de algunas otras en el presupuesto 2018 o los problemas de comercio exterior y la deuda.

"Las obras públicas que no tiene programado financiamiento se harán por el sistema de participación pública privada", prometió. "Si queremos eliminar las importaciones debemos salir de la OMC y prepararnos para que no haya países que quieran compararnos", se defendió de las acusaciones por importaciones de frutas y vinos. 

Juan Carlos Casas

"El presupuesto del plan Belgrano aumentará. Chaco tuvo muchas obras, pero otras provincias de la región no y ya avanzamos", le enrostró a Juan Pedrini.

Insistió en medir la ejecución de obra pública por habitante y no por provincia. "¿Acaso el conurbano no tiene pobreza?", lo cruzó al formoseño Luis Basterra, del FpV-PJ. Repitió el argumento para calmar a sus pares del bloque justicialista, cercanos a los gobernadores, como el salteño Pablo Kosiner, el pampeano Sergio Ziliotto o Diego Bossio.

"Qué sentido tiene que nos juntemos a negociar horas si después no empiezan las obras públicas", le recriminó el ex Anses. "Hay que mejorar la dinámica de planeamiento para que no se generen estas cosas", fue la salida del jefe de Gabinete.

El massismo fue el bloque más breve. Mirta Tundis cuestionó la contratación millonaria de una consultora en Pami (Peña no abundó en detalles) y Horacio Alonso recriminó la demora en la ley de marina mercante, aunque reconoció que había un acuerdo con los gremios por fuera del Congreso y extirpó su propia pregunta. 

Peña minimizó la polémica sociedad anónima creada por Guillermo Dietrich para hacer obras viales. "Vamos a duplicar las autopistas del país en esto cuatro años", anunció. "Las obras de vialidad la hacen empresas privadas, de hecho estamos arreglando algunas que hizo Cristóbal López", respondió. Tal vez se refería a Lázaro Báez.