La historia que se cuenta en Los Pinos es que cuando César Alierta renunció a la presidencia global de Telefónica en mayo, antes de que el propio ejecutivo comunicara su decisión al directorio de la compañía, tres personas en el mundo ya sabían que estaba afuera: Mariano Rajoy, el rey Felipe VI y Enrique Peña Nieto.

Y es entendible. Telefónica desembarcó en México en el sexenio actual y ejecutivos de esta firma fueron autores intelectuales de diversos pasajes de la reforma telecom impulsada por el mandatario. Era otro país. Peña estaba fuertemente enfrentado a Carlos Slim, esto debido a la cercanía del mandatario a Televisa, y encontró en Alierta un aliado natural.

Alierta dejó Telefónica pero nada cambió en Los Pinos porque Peña ya conocía con antelación a su reemplazo José María Álvarez Pallete. La relación se mantuvo aunque los negocios de Telefónica en México siguen sin despegar y hay rumores de venta: el país solo representa el 3% de la facturación global del grupo y Telefónica estuvo a punto de insistir en el CIADI contra México, algo que por ahora está desactivado.

Ahora Alierta está de regreso. Según reveló El Confidencial, el expresidente de Telefónica, quiere volver a la primera plana empresarial y le gustaría hacerlo comprando la participación que la empresa de telecomunicaciones tiene en el Grupo Prisa con un paquete del 13% que el propio Alierta adquirió en 2012 a través de la multinacional en el primer rescate coordinado que suscribió conjuntamente con Banco Santander, CaixaBank y HSBC.

Las fichas comienzan a acomodarse. Porque quien también tendría futuro en Prisa es el propio Peña Nieto. LPO reveló que el mandatario tendría una oferta para sumarse al board de Prisa una vez que deje Los Pinos.

En el consejo de Prisa reportan figuras de alto nivel como el ex presidente Ernesto Zedillo, el magnate catarí Khalid bin Thani, el ex directivo de HSBC Glen Moreno, el ex CEO de Telefónica Alfonso Ruiz de Assin, el empresario de medios digitales en EU John Paton y el inversor londinense Joseph Oughourlian.

En la lista de esos nombres está en gran medida la explicación a que el nombre del presidente se considere en esas alturas. En el board de Prisa está el empresario transportista mexicano Roberto Alcántara Rojas, que suele ser invitado habitual a las tertulias presidenciales en Ixtapan de la Sal.

Y Alcántara es muy valioso para Prisa porque es quien trae la idea de que el holding español crezca en México, concretamente a partir del diario El País que ya se imprime a nivel local aunque todavía tiene mayoría de noticias del exterior y no ha logrado marcar agenda. Prisa tiene la estrategia hace años de que su marca insignia se tropicalice y venda publicidad en mercados más allá de españa. En ese aspecto - el comercial - Alcántara ha logrado resultados.

El tercer hombre entre el mandatario y el empresario de Toluca es Luis Maccise Uribe, compadre del presidente y compañero de cenas y comidas de Luis Enrique Miranda (que desde la noche de la elección del Edomex sigue sin rehabilitarse en el entorno de Los Pinos). Maccise creó Grupo Mac que imprime periódicos, tiene radios y canales de TV y es el brazo operativo para impulsar a Prisa en México.