Ernesto Zedillo fue el invitado estrella de las Jornadas Monetarias del Banco Central de Argentina. Invitado por su amigo, el macrista Federico Sturzenegger, el ex presidente trazó una visión muy descarnada sobre la administración de Donald Trump al que calificó de "populista del Norte" y advirtió que podrÃa iniciar "una guerra comercial".
Insólitamente, Zedillo decidió dar su discurso en inglés ante un auditorio básicamente conformado por argentinos que hablan español, como él mismo. "Federico (por el presidente del Banco Central argentino, Sturzenegger), cuando me mandaste la invitación estaba en inglés asà que yo preparé mi discurso en inglés, cuando me gusta mucho más el castellano, pero bueno lo preparé en inglés y asà lo voy a dar", dijo el ex presidente. Y se produjo la bizarra situación de un orador y público comunicándose en una lengua distinta a la que comparten y en algunos casos apelando incluso a la traducción simultánea.
Zedillo que estuvo en Buenos Aires apenas cuarenta y ocho horas, compartió luego de su conferencia una cena con banqueros centrales de España, Paraguay, Perú, Irlanda, TurquÃa y otros paÃses que asistieron a la Argentina, interesados en ver de primera mano el proceso de reformas que encaró el presidente Macri.
El ex presidente trazó una visión muy poco optimista sobre las negociaciones del NAFTA (TLCAN) porque "el enfasis de la gran potencia no esta en hacer acuerdos regionales sino destruirlos".
"Un gobierno que el primer dÃa de su mandato tira la basura el acuerdo mejor elaborado para favorecer los intereses de su paÃs, como era el TTP, no es racional", comenzó Zedillo, al contestar una pregunta del ex presidente del Banco Central argentino, MartÃn Redrado.
"Y luego viene el tema NAFTA y dice ‘vamos a renegociarlo para que se corrija el deficit entre México y Estados Unidos´ y los señores no saben que el NAFTA no tiene déficit comercial, que el exceso de exportaciones sobre importaciones que tiene México, proviene de lo que negociamos bajo el régimen No-Nafta de nación menos favorecida".
"Entonces no se puede iniciar una negociación bajo objetivos falsos. El deficit comercial esta determinado por una serie de factores macroeconomicos que no se corrigen con polÃtica comercial. De manera que si se empieza sobre una base falsa, basura in-basura out", agregó terminante.
El ex presidente habló ante un salón colmado con la elite económica argentina, en el edificio anexo del Banco Central Argentino sobre la calle Florida, a metros de la Plaza de Mayo.
Mucho más relajado y cómodo al contestar las preguntas en castellano, contó una anécdota muy apropiada para el lugar. "Hace meses, en un debate en Washington, comentaba que parecÃa que Estados Unidos en su posición frente a la discusión actual del NAFTA, querÃan hacer un Mercosur -el bloque regional de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguya- y eso es muy mala idea", comentó Zedillo ante la risa de los presentes.
Y agregó tajante: "Entonces una brasileña me dijo ´andale hagan un Merconorte´. Pero eso serÃa una locura, contraria a nuestros intereses".
"¿Dónde va a acabar esto? No lo se, espero que los americanos encuentren una formula para darle el gusto a su presidente, sin que sea destructiva", concluyó Zedillo sobre el tema.
El drama del populismo
Pero más allá de las preguntas, en su exposición convocada para analizar el estado actual de la globalización, Zedillo dedicó buena parte de su discurso, a criticar el populismo de una manera frontal, con especial énfasis en Trump.
Señaló que el mundo vive desde el fracaso de la ronda de Doha un retroceso de la globalización que "se agrava con la idea de la potencia del Norte de aislarse y desencadenar una guerra comercial, un escenario que lamentablemente no puede descartarse".
"La elección de un gobierno anticuado, nacionalista y populista en el paÃs que más se benefició con la globalización es en mi opinión el riesgo más significativo que enfrenta la economÃa mundial. Un riesgo ignorado hasta ahora groseramente por los mercados financieros", agregó.
"Esto no sólo tiene que ver con las amenazas vertidas durante la campaña de imponer sanciones a socios comerciales y ahora de ignorar las recomendaciones de la OMC, sino también con los hechos ya materializados, como retirarse del TTP y abrir una renegociación del NAFTA. Esto abre enormes interrogantes sobre el futuro de la globalización y el crecimiento mundial" apuntó.
Y lanzó su advertencia más pesada: "El uso de posturas nacionalistas y populistas a expensas de la diplomacia multilateral, es enfoque que podrÃa terminar en situaciones bélicas con consecuencias terribles para la economÃa mundial".
"Como latinoamericano soy hipersensible ante este populismo del norte. En algunos de nuestros paÃses, el populismo, ya sea de izquierda o derecha, democrático o anti democrático, ha tenido una presencia recurrente con consecuencias que no han sido exactamente gloriosas", señaló ante la risa de los presentes, que todavÃa tienen fresco el recuerdo del gobierno de Cristina Kirchner.
Y si bien elogió las reformas de Macri, trazó un panorama bastante desolador sobre el futuro de la región.
"El súper ciclo de las commodities fue el opio que durmió a los lÃderes de nuestra región, que creyeron en un "desacoplamiento" de la crisis que afectaba a las potencias y no les permitió reconocer el virus que infecto a nuestros paÃses", señaló.
"La consecuencia de esta complacencia latinoamericana es que cuando la economÃa desarrollada recupero su ritmo, se dio lo contrario en nuestra región. Pasamos de un crecimiento promedio en la región del 4% a un 0,4% y esto impactará en la reducción de la pobreza, que se detuvo en 2014", advirtió".
"La idea de que alcanza con afinar algunos aspectos de la polÃtica económica para recuperar el crecimiento no es una opción responsable y realista, los ajustes más osados, los grandes cambios son necesarios y no se hicieron en su momento. Lamentablemente, la Argentina es un ejemplo notable donde las decisiones audaces recién las tuvo que tomar el presidente Macri y han empezado a dar resultados prometedores, pero ni aquà ni en otro lugar de Latinoamérica, vamos a ver un regreso de los años dorados de la primera década del Siglo XXI, en el futuro próximo", concluyó.
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