El ministro de Trabajao, Jorge Triaca, recibió este lunes en su despacho al triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo (CGT), para aclarar una vez más que no tiene prevista una reforma laboral como la brasileña, un terror para los sindicatos.

Tal es así que para frenar una ley de ese tono muchos anticiparon la semana pasada su respaldo a Cristina Kirchner, en contra de cualquier reforma laboral.

"No hay nada y todo se hará por consenso", reiteró el ministro de Trabajo ante los triunviros Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. Sólo los acompañó Andrés Rodríguez (UPCN) y el metalúrgico Francisco "Barba" Gutiérrez.

Lo notable es que el ministro se ha cansado de repetir en público y privado que el gobierno de Macri no cometerá el error de los gobiernos radicales de Fernando de la Rúa y Ricardo Alfonsín, de intentar modernizar las relaciones laborales co n una única mega reforma. Y sin embargo, en los gremios persiste la desconfianza.

Pero más allá de estas suspicacias, Triaca se fue conforme de la reunión por la respuesta positiva que encontró a muchos de sus proyectos, como el proyecto de blanqueo de los trabajadores en negro -una iniciativa que tiene el respaldo entusiasta de la CGT-, el régimen de pasantías, la agencia científica de salud y la veeduría a la normalización de los sindicatos.

"Alcanzamos principios de acuerdo en varios de los temas", afirmaron a LPO fuentes de la cartera laboral.

La idea del ministro es en lo posible incorporar esos temas sin necesidad de leyes, aunque en el caso de pasantías hay un proyecto cajoneado en la Cámara de Diputados.

La agencia de salud buscaría evaluar los planes médicos antes de ser autorizados por las obras sociales y va en sintonía con el objetivo de reducir las altas contribuciones de los empleadores.

En el Gobierno creen que la magnitud de estos aportes genera empleo no registrado y por eso hablan de un plan de blanqueo laboral, cuyas condiciones deberá negociar con los gremios, celosos de los aportes a la salud.