Nicolás Dujovne cumplirá con los plazos legales y el viernes presentará el proyecto de presupuesto 2018 en la Cámara de Diputados, pero en Cambiemos no saben cuándo podrán llevarlo al recinto y no descartan esperar hasta diciembre.
"Vamos a intentar apurar las reuniones informativas antes de las elecciones, pero difÃcilmente podamos lograr mucho en estos dÃas", admitió a LPO Eduardo Amadeo, miembro de la Comisión de Presupuesto y presidente de la de Finanzas.
Claro que las reuniones informativas incluyen visitas de Dujovne y Luis Caputo y arduas discusiones con el kirchnerismo, que ya se prepara para incomodar al ministro de Finazas con preguntas sobre la aceleración de la deuda externa y la causa que enfrenta por el escándalo de los fondos de la Anses.
En el oficialismo aseguran que el presupuesto cumplirá con las metas anunciadas el año pasado para 2018: déficit primario de 3.5% e inflación del 10%, una cifra descartada de plano por el mercado financiero, donde ya hablan de un piso de 17%. El número tope de la banda que Federico Sturzenegger pautó para este año y que según el mercado terminará alrededor del 23%.
Además, en el Gobierno hablan de una necesidad de financiamiento de 20 mil millones de dólares, una pauta que seguramente será rechazada por gran parte de la oposición, crÃtica del abultado endeudamiento.
Si bien está claro que cualquier posibilidad de aprobar el presupuesto deberá esperar a que pasen las elecciones, en noviembre persistirá la pelea con el peronismo por la disputa con MarÃa Eugenia Vidal que busca recuperar el fondo del Conurbano.
Si bien la Corte, como anticipó LPO, se inclina a postergar su fallo para el año próximo en la búsqueda que la solución a la disputa sea polÃtica y no judicial, no se descarta que saque un fallo intermedio como serÃa suspender la actual distribución del Fondo del Conurbano y volcar los recursos a la masa de coparticipación. Como Buenos Aires recibe más del 20% de esa caja, la gobernadora se quedarÃa con una porción que ahora se reparten sus colegas.
En la desesperación, el cordobés Juan Schiaretti y el salteño Juan Manuel Urtubey planean pedir una ley para redistribuir este dinero sin dejar tantos heridos, pero su represetación en el parlamento es Ãnfima.
La única palanca de presión de los gobernadores será pedir que se coparticipe la totalidad del impuesto al cheque, que sólo alcanza el 30%, y los ATN. Lo demás se lo queda la Nación.
Como el impuesto al cheque es un tributo que vence a fin de año, Mauricio Macri al menos está obligado a escucharlos, pero exige la misma atención con la ley de responsabilidad fiscal, un compromiso asumido por los gobernadores para controlar sus gastos, que aún debe materializarse en una norma.
Al presidente le obsesiona bajar ingresos brutos en las provincias y estarÃa dispuesto a ofrecer de premio un aumento de coparticipación.
Con esta discusión, en Cambiemos creen que serÃa insólito apurar el debate antes del 10 de diciembre, cuando el Gobierno crecerá en ambas Cámaras, aun sin llegar a mayorÃa propia.
Un escenario posible serÃa aprobarlo en Diputados y terminar el debate en el Senado más cerca de Navidad, con los gobernadores apurados por cerrar sus balances. Y con menos poder.
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