Las realidades de la oficina presidencial tienen la tendencia de forzar a los nuevos presidentes a cambiar sus planes y promesas de campaña. Barack Obama descubrió que cerrar la prisión de Guantanamo, un centro de detención fuera de toda norma internacional, era más difícil de lo que pensaba. El centro sigue operando hasta hoy. Desde hace años Donald Trump criticó la estrategia de Estados Unidos en el conflicto armado de Afganistán, y criticó en concreto que Obama no sacara a las tropas norteamericanas del país asiático después de cinco lustros de invasión.

"Hemos gastado cantidades enormes de sangre y tesoro en Afganistán. Su gobierno tiene cero apreciación. ¡Tenemos que salirnos!" tuiteó el presidente en 2013.

Hoy, tras meses de espera, Trump finalmente anunció su estrategia en Afganistán, y dista mucho de lo que prometió en campaña. "Un retiro apresurado va a crear un vacío que los terroristas, incluyendo a ISIS y al-Qaeda, llenarían de manera instantánea".

"Mi instinto original era salirnos", dijo el presidente, "e históricamente me gusta seguir mis instintos, pero toda mi vida he escuchado que las decisiones son muy diferentes cuanto te sientas detrás del escritorio en la Oficina Oval".

A pesar de las declaraciones Trump no habló de detalles. De hecho, dio a entender que en el futuro no habrá más información respecto a cuántas nuevas tropas serán desplegadas en la región, algo que preocupó a muchos analistas pues le quita transparencia a un asunto de importancia internacional.

"Sin embargo", matizó Trump, "nuestro compromiso no es ilimitado, y nuestro apoyo no es un cheque en blanco", dijo. "El pueblo americano espera ver reformas reales y resultados reales".

Trump enfatizó, retomando uno de sus argumentos de campaña, que en su presidencia el objetivo internacional de Estados Unidos ya no es "construir naciones", sino que "estamos asesinando terroristas".

Prometió también que de ahora en adelante "vamos a pelear para general" y "la victoria tendrá una definición clara", aunque se negó a especificar cuál sería.

La posición de la administración respecto a Afganistán va en contra de los ideales nacionalista y aislacionistas con los que Trump conquistó la campaña presidencial. El portal conservador de noticias Breitbart, dirigido por Steve Bannon, quien abandonó la Casa Blanca apenas la semana pasada, no se tardó en replicar el mensaje tuiteado por Ron Paul, político del ala libertaria del movimiento conservador: "Los frenos de Steve Bannon removidos. Los neoconservadores están probando las aguas".

Con todo y su discurso antiintervencionista, Trump, ya en la presidencia, ha demostrado ser un presidente muy pro-militar. Constantemente ha alabado a "sus" generales y les ha dado carta blanca en asuntos estratégicos de índole militar. Basta recordar que su nuevo jefe de gabinete es precisamente un general retirado, al igual que su Secretario de la Defensa y su asesor de Seguridad Nacional.