Con una repetida exhortación para que los ciudadanos vayan a votar y a las espera de una elección récord en la Ciudad, Cambiemos cerró la campaña porteña. "Hoy tenemos la gran oportunidad de votar. Pensemos en nuestros hermanos de Venezuela que no pueden elegir en libertad", pidió Mauricio Macri.

El Presidente recordó que el microestadio de Ferro había sido el lugar elegido para cerrar el primer tramo de campaña de Cambiemos en 2015, claro que en ese momento Macri corría de atrás contra el kirchnerismo y ahora busca fortalecer su gobierno.

Diego Santilli, vicejefe porteño y uno de los responsables de la campaña en la Ciudad, ofició de maestro de ceremonias y fue el primero de la tarde en repetir una frase que todos los candidatos pronunciaron al hablar con el público: "cada voto cuenta".

Carmen Polledo, Paula Oliveto, Fernando Iglesias, Facundo Suárez Lastra, postulantes a diputados y Agustín Forchieri y Victoria Roldán Méndez, candidatos a legisladores entraron al escenario de 360 grados y arengaron a los presentes que se acercaron hasta Caballito.

La Ciudad, patria chica del macrismo, le dará a Cambiemos el triunfo más resonante de las elecciones. En el PRO confiaron que esperan 45 puntos en las Paso del domingo próximo. "La Ciudad es Disney", comentó un funcionario porteño que espera un resultado récord.

Iglesias agradeció a Mauricio Macri, principal y casi único sostén de su candidatura, mientras que Suárez Lastra cometió un furcio que provocó risas en las plateas del estadio. Al repasar los apoyos a los gobernadores nacionales de Cambiemos dijo "Cornejo en Mendoza, Morales en Jujuy y Colombi en Colombia". Intentó corregirse pero volvió a fallar, aunque resaltó la presencia radical en la lista de Vamos Juntos, que tendrá como rival a la boleta de Martín Lousteau, impulsada por el radicalismo porteño.

El escenario circular contó con la presencia de ministros nacionales, porteños y bonaerenses ubicados en las primeras filas y diputados y legisladores que orbitaron alrededor de la plataforma. Eduardo Macchiavelli, ministro de Espacio Público y organizador del acto, ordenó quitar las sillas vacías de las últimas filas antes de que Macri ingresara al predio de Ferrocarril Oeste. De todos modos hubo una buena concurrencia de público.

Andy Freire, ministro de Modernización capitalino, tuvo su momento estelar de la tarde al presentar al jefe de Gobierno porteño que se quedó con una de las ovaciones del mediodía.

"Esta es la ciudad en dónde empezó el cambio y demostramos que sí se puede", comenzó Rodríguez Larreta antes de enumerar algunos de los hitos de su gestión. "Con Mauricio y María Eugenia demostramos que se puede trabajar juntos", señaló y puntualizó en la transferencia de la policía y en la integración de villas, tareas realizadas con la colaboración del gobierno nacional. También destacó los créditos inmobiliarios "que permiten a miles de argentinos a acceder a una vivienda propia".

Cada uno de los dirigentes que subió al escenario le dejó la posta al siguiente y cuando llegó el turno de Carrió, Larreta dijo estar orgulloso de que "una de las fundadoras de Cambiemos" sea candidata en la Ciudad.

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"Cada voto es muy importante para que Mauricio Macri pueda seguir luchando contra la impunidad", empezó "Lilita" ataviada con un llamativo conjunto violeta. "Estoy divina", bromeó antes de chicanear a sus compañeros de lista. "Las mujeres son bárbaras y los hombres acompañan muy bien", comentó.

La diputada además ensayó una disculpa. "Queremos pedirles perdón por muchos errores no forzados cometidos por nosotros. Estamos aprendiendo también a ser republicanos, nuestro presidente es capaz de escuchar y rectificar", resaltó.

Carrió también subrayó que "nunca hubo tanto gasto social" en la Argentina como en el gobierno macrista. "Eso es justicia social, lo otro (por el clientelismo) se llama esclavitud. Si se levantara Evita los mataría", dijo.

Antes de prometer vestirse de otro color para "la victoria del domingo" volvió a marcar la importancia del resultado: "Cuántos más votos tengamos, De Vido fue", analizó.

Ante la atenta mirada de Vidal y Marcos Peña, Macri llegó a la tarima después de chocar las manos con el público que se acercó a saludarlo como si fuera una estrella de rock. "La presidencia no se ejerce rodeado de personas que dicen lo que uno quiere escuchar. Queremos que esto vaya en serio, no queremos más parches ni ocultar debajo de la alfombra", señaló.

"Pienso en vos todos los días y no bajo los brazos, pero no los bajes vos tampoco. La Argentina arrancó y los argentinos estamos comprometidos con el futuro", dijo Macri antes de hacer referencia a la situación de Venezuela.

El final incluyó un baile presidencial que entristecería a Michael Jackson con papelitos y música de Tan Biónica incluída que presagió una histórica elección en la Ciudad. "Creemos que puede entrar hasta Suárez Lastra", confió a LPO uno de los presentes. El ex intendente porteño está ubicado en el séptimo puesto de la lista y si el oficialismo quiebra la barrera de los 40 puntos se asegurará un escaño en el Congreso, aunque en el PRO esperan más que eso.

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