Diego Cifarelli
"Es una locura ver a los empresarios como enemigos de la sociedad"
El presidente de la Federación Molinera habló de política, producción y su vínculo con el fútbol.

Diego Cifarelli (46) prefiere dar vuelta la página y mirar hacia adelante. En abril de este año la gobernadora María Eugenia Vidal le ofreció hacerse cargo del Ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires. El dirigente no dudó y aceptó el desafío: sabía que era su gran oportunidad para trascender en la función pública y sumarse al gobierno de Cambiemos tras casi tres décadas en el sector privado.

Sin embargo, al enterarse de la designación, un grupo de dirigentes vinculados a una entidad rural hizo lobby en La Plata para impedir su llegada al gobierno bonaerense. El rechazo fue porque en 2012 Cifarelli integró la comitiva argentina que viajó a Angola con Guillermo Moreno. La polémica se instaló y Vidal, entonces, decidió nombrar en el cargo a Javier Tizado.

"Me molestó que me critiquen sin conocerme", dice Cifarelli, quien desde 2011 es presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) y en 2005 se sumó a la Comisión Directiva de Sarmiento de Junín que viene de jugar un año y medio en Primera División. "Pocos se acuerdan que durante la 125 gran parte de los molineros salimos a las rutas a pelear con los productores", cuenta.

En su oficina en la sede porteña de la Bolsa de Cereales, frente al Luna Park, Cifarelli recibe a LPO para hablar, no sólo de su frustrado nombramiento, sino también de las posibilidades futuras de ocupar un cargo público, de su papel durante el kirchnerismo, de la política triguera del Gobierno, del precio del pan, de la industria molinera, del impacto de los juicios laborales en las empresas y hasta de la campaña anti/harinas.

-El presidente Macri desde el día uno de su gestión hace hincapié en la necesidad de agregar valor en origen para generar empleo y arraigo. La industria molinera cumple un rol fundamental en este sentido: ¿Cómo se encuentra el sector?

Estamos en un periodo de transición con grandes expectativas acerca de lo que pueda ocurrir en el futuro cercano. Lamentablemente la cantidad de empresas en el sector molinero creció muchísimo en los últimos diez años. Se duplicó el número de compañías y no la cantidad de producción para el mismo consumo de la Argentina de los últimos 50 años. Se generaron muchas unidades de producción fundamentalmente para aprovechar el sistema de compensaciones que aplicaba el gobierno anterior. Hoy somos casi 200 empresas cuando hace diez años éramos alrededor de 100. Al aumentar la cantidad de empresas se perdió el sentido de pertenencia.

"Es una locura ver a los empresarios como enemigos de la sociedad"

-¿Es alto el nivel de evasión que hay en el sector molinero?

Muchas de las firmas que se incorporaron al negocio en los últimos años se sostienen a partir de la marginalidad y la evasión. Hoy tenemos entre un 20 y un 25 por ciento de evasión en el sector. Este punto es nuestra gran cruzada porque nosotros como Federación defendemos los estándares de calidad y capacidad empresaria por las vías que corresponden.

-¿Qué grado de importancia real tiene la industria molinera en el interior del país?

Somos una de las industrias más añejas de la Argentina con base principalmente en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. La mayoría son empresas familiares de capitales argentinos con más de 150 años de historia. Molinos Cabodi, por ejemplo, cumplió 165 años. Hay pueblos que llevan el nombre del molino. Me ha pasado en Junín de trabajar con nietos de trabajadores que se jubilaron en el molino. Hoy la industria tiene 60 mil empleados directos y si sumamos los indirectos superamos los holgadamente los 100 mil.

Política y producción

-Las entidades rurales vieron a la industria molinera como un aliado del kirchnerismo. ¿Fue así?

Se han inventado muchas historias en torno al vínculo del sector con el gobierno anterior. Nosotros siempre hemos acompañado las políticas públicas de todos los gobiernos. Históricamente los gobiernos ven a la fabricación de harina como un sector estratégico para el andamiaje del consumo de las familias.

El gobierno kirchnerista fue muy duro con la cadena de trigo; no utilizó políticas públicas amigables con el sector. Nosotros teníamos la obligación de fabricar harina y venderla a un determinado precio. Si el pan se vendía a 10, 20 o 50 pesos, no era nuestra responsabilidad denunciar eso. Eso era una función atribuible únicamente al gobierno que había creado esta modalidad.

-¿Cómo se sienten los empresarios del sector con el gobierno de Macri?

Desde el momento que el presidente manifiesta que el mercado es el mundo, nos sentimos muy cómodos. La visión tiene que ser conquistar el mundo con nuestros alimentos. Estamos trabajando codo a codo con el ministro Ricardo Buryaile y todos los profesionales de las distintas secretarías para aumentar los saldos exportables de harina de trigo. Queremos llegar a las 2 millones de toneladas el año que viene. Es cuestión de trabajar en el "costo argentino" para dar las condiciones y buscar exportar más allá de los países vecinos.

"Es una locura ver a los empresarios como enemigos de la sociedad"

-¿Cómo evalúa la política triguera del Gobierno nacional?

Los números muestran los resultados de las medidas que se tomaron. Este año cosechamos 18 millones de toneladas y el año que viene estimamos que produciremos alrededor de 21 millones. La Argentina por momentos tiene gobiernos que interpretan que una política pública es intervenir la cadena de trigo y hay otros gobiernos como el de Macri que piensan que cada uno tiene que hacer su trabajo y alcanzar su máximo esplendor posible. Esto nos da una gran responsabilidad.

-¿Preocupa la falta de competitividad y la capacidad ociosa que hay en la molinería?

Absolutamente. Si bien la molienda aumentó un 8% entre enero y mayo respecto del último año, el consumo en el mercado interno no crece y hay que salir a buscar compradores en ultramar. Hoy los molinos están trabajando con una capacidad ociosa infernal que a su vez nos da una gran oportunidad. Para atacar la falta de competitividad y hacer más eficiente nuestro trabajo es fundamental que el Estado intervenga inteligentemente. Es el Estado el que ataca la marginalidad y hoy lo están haciendo de manera impecable. Es el Estado el que abre puertas a una empresa o a un sector. A mí me encanta viajar al exterior y darle la mano a probables clientes; pero si después los números no cierran, se cae todo.

Su llegada a la política

-¿Cómo tomó que lo hayan propuesto para el Ministerio de la Producción bonaerense?

Me gratificó por completo que el ofrecimiento haya venido de parte de uno de los cuadros políticos más promisorios del país como lo es María Eugenia Vidal. Soy joven para la actividad política y tengo muchas ganas de aportar desde el lugar que me toque participar. A su vez, el reconocimiento me generó un desafío para el cual considero que estoy preparado. Debo seguir capacitándome y defendiendo al empresariado de la mejor manera porque seguramente, tarde o temprano, llegará la chance de defender al sector público de la misma forma y con la misma pasión que lo hago en el sector privado.

-¿Le molestó que algunos dirigentes del campo hayan jugado en contra de su nombramiento?

Lo que me molestó es muchos emitieran opiniones sin conocer mi trabajo actual ni mi trayectoria. Yo acepto la crítica más que los elogios. Me parece que la crítica siempre es constructiva. Pero hubiera esperado quizás que estas críticas lleguen desde el conocimiento. De todas maneras no me enrosco en lo que pasó y prefiero mirar hacia adelante. Ahora estoy enfocado en unir a toda la cadena de la producción con propuestas que buscan el bien común.

-Las críticas llegaron por su viaje a Angola en 2012 con Moreno. ¿Se arrepiente de haber ido?

En ese momento a mí me tocó representar al sector que fabrica quizás el producto más delicado a nivel de consumo masivo del mundo. Yo representaba a la molinería que había decidido adaptarse a las políticas públicas de ese entonces; no representaba a mi empresa propia. Una decisión mía podía causar problemas con el gobierno de turno y yo debo ser inteligente a la hora de presidir los intereses del conjunto del sector molinero. No puedo tomar decisiones en función de lo que a mí me guste o no. Se dicen muchas cosas desde el desconocimiento. Pocos se acuerdan, por ejemplo, que en 2008 durante la 125 la molinería se plantó contra el kirchnerismo. Yo corté rutas en Junín con los productores. Me pedían los camiones del molino para ir al a ruta. Estábamos en un punto caliente en la provincia y nos pusimos al frente de las protestas con tractorazos, movilizaciones y marchas en defensa de la producción. Para nosotros fue una verdadera cruzada. Entre el productor y el molinero hay una comunión y un sentido de convivencia que nunca nadie ni ningún gobierno podrá romper porque siempre hemos trabajado de la mano.

Reformas y empresas

-¿Cree que una reforma impositiva ayudaría a bajar costos en las empresas?

Sí, claro. El mercado lo pide a gritos. Hay situaciones que están dadas y hay que ir por más. Acepto que un auto de alta gama o los cigarrillos por el daño a la salud que causan tengan altos impuestos, pero hoy que el pan tenga hasta un 45 por ciento de carga impositiva no es lógico. Tenemos que trabajar con el Estado para devolverle al productor todo el trabajo que hizo. No hay marcha atrás en esto porque si no volvemos a tener 10 millones de toneladas de trigo.

-¿En qué medida afecta a los molinos el aumento de los juicios laborales?

Es un tema serio que preocupa a todo el parque empresarial porque golpea de lleno a las pequeñas y medianas firmas familiares. Si una empresa debe afrontar el costo de un juicio, que a veces es millonario, indudablemente se frena la creación de empleo. Lo que más lamento es la falta de reconocimiento de la comunidad en general al rol del empresario. Se ha armado una dicotomía en identificar al empresario como enemigo que es una locura. El problema es que buena parte de la masa salarial no va a los trabajadores por la presión tributaria. En otros países el empresario es reconocido porque invierte, arriesga y da trabajo. Es muy positivo que Macri ponga en el centro de la escena la industria del juicio para acabar con malas prácticas o situaciones que a veces pueden ser injustas. Los empresarios y los trabajadores somos parte de la cadena: estamos todos con la misma camiseta arriba del mismo barco empujando para el mismo lado.

El pan y la harina

-¿Cuál es la incidencia de la harina en el precio del pan? ¿Por qué cada vez que aumenta el pan se los apunta a ustedes?

La harina incide en apenas un 15 por ciento del precio del pan y el trigo solo en un 10 por ciento. Se nos mira a nosotros en parte por el desconocimiento y la desinformación de algunos dirigentes que buscan llevar agua para su molino. El kilo de pan está formado por el costo argentino que incluye la inflación, el alquiler del local comercial, los impuestos según la zona, etcétera, etcétera. Es indudable que en la Argentina tenemos que asistir a una reforma en infraestructura y a la reforma tributaria para doblegar impuestos que son distorsivos.

"Es una locura ver a los empresarios como enemigos de la sociedad"

-En los últimos años hubo un avance importante en contra del consumo de harinas. ¿Qué hay de cierto en los argumentos que se utilizan?

Hemos visto una campaña de desprestigio contra las harinas que la encuadramos más en una moda general de reemplazar hechos comprobables por mitos y caprichos ideológicos. La realidad es que los países con mayor consumo de harinas son los que mayor índice de expectativa de vida tienen. Italia es el mayor consumidor de harinas y es el cuarto país en expectativa de vida. La mejor dieta es moderar la ingesta de alimentos. Si existe alguna investigación científica que determine que las harinas son malas para la salud, bueno, muy bien, lo aceptaremos y trabajaremos para mejorar. Pero lo cierto es que no hay nada. Además, hay que discernir lo que es una dieta de una enfermedad como la celiaquía. Hoy por suerte se ha avanzado mucho y las góndolas de los supermercados cada vez contienen más productos libre de gluten.

Molinos, Federación y Mercados

-¿Cómo funciona el proceso industrial de los molinos harineros?

El molino harinero es básicamente la industrialización del grano de trigo. Lo que hacemos es transformar este grano, que fue lo que hizo el productor durante seis meses, para llevarlo a la realidad y hacerlo comestible. Consta de un proceso de humedad, molido y secado para luego tener alrededor de 20 calidades de harinas distintas. Los diferentes mercados requieren varios tipos de harina: hay molinos que fabrican galletitas, pastas frescas, alimentos para mascotas, etcétera. Así los molinos abastecen a todos los tipos de industria y en definitiva a los consumidores finales.

-¿Cuáles son sus principales objetivos como representante de los molinos?

La tarea más complicada que tuve en los primeros años de gestión fue reinsertar a la Federación como entidad gremial empresaria representante de 150 molinos por los prejuicios que mencionamos anteriormente. Actualmente formamos parte de la COPAL, de la Bolsa de Cereales, de la Cámara Arbitral, de la UIA y próximamente estaremos en el directorio del MATBA. Por eso, ahora viene la etapa de acercar a todos los empresarios a las nuevas herramientas profesionales que existen para la comercialización del grano y la harina. Somos un sector que en la compra del grano se sigue manejando igual que hace 50 años y hay situaciones que tienen que profesionalizarse.

-¿Qué rol cumplen los mercados a futuro en este sector?

Representan una herramienta de poder enorme que el empresario debe aprovecharla. Sirven como modelo de información para saber visualizar posiciones, contratos de abastecimiento de cobertura y, en definitiva, para atraer clientes y hacer negocios de manera profesional. Ahora que voy a estar adentro del MATBA voy a fomentar este tipo de herramientas en la molinería.

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  • 5
    donchuma
    31/07/17
    18:47
    "Los empresarios y los trabajadores somos parte de la cadena: estamos todos con la misma camiseta arriba del mismo barco empujando para el mismo lado"

    Claro claro, inclusive cuando presionan a los gobiernos para que tomen medidas en contra de sus compañeros de equipo como abrir la importación, fomentar la tercerización y blah...pobrecitos empresarios, nadie los entiende

    Este garca es de esos que le dice a sus empleados que hay que "ponerse la camiseta de la empresa" mientras los explota y/o vacía la misma y transa con los Guillotes de turno para que esté todo bien...en fin, uno de los tantos personajes que estaría bueno que revienten de una vez por todas
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  • 4
    juan domingo liturgia
    31/07/17
    09:02
    Ahora habla cualquier representante del enguaje de la guita de la soja. Con el dólar pisando los $20 estos estan todos felices. Hasta que se levanten nuevamente los sin voz y atraviesen la general paz para ir a buscar comida a capital. Cuando las legiones de hambrientos lleguen nuevamente como en 2002. Y los culpables tendran nombre y apellido. Macri Marcos peña, Quijntana, Lopetegui Caputo ,Dijovne, Prat Gay, Burrayle, Garavano, De Andris, Stanley, Sanz, Carrio,Morales, Negri, y siguen las firmas.
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  • 3
    paisano
    30/07/17
    17:28
    Por acá dicen otra cosa

    http://diariohoy.net/provincia/la-entidad-que-nuclea-a-pymes-molineras-cuestionan-la-designacion-de-cifarelli-92700
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  • 2
    Giacomo Leopardi
    30/07/17
    16:03
    "Es una lucura ver a los trabajadores como enemigos de la sociedad"
    Responder
  • 1
    miguelitocorredor
    30/07/17
    15:28
    ¿Campaña de desprestigio? No señor, los empresarios tienen motivos de sobra para ser repudiados.

    Sepa, señor Cifarelli, que no es una locura que la gente repudie a los empresarios. Los empresarios son repudiados por la gente debido a los comportamientos poco sociales y escasamente comprometidos con su comunidad que los empresarios han tenido históricamente, comportamientos que Ud. termina avalando.

    Con lo cual, señor Cifarelli, no se queje si lo putean por la calle.
    Responder
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