Mauricio Macri ya tiene el camino libre para echar al director del Banco Central Pedro Biscay, aunque no logró un apoyo unánime de la bicameral especial creada para evaluar su desempeño, que esta tarde se reunió por segunda vez.

La primera fue hace una semana y la monopolizó Biscay con un descargo de dos horas. Esta tarde sólo estuvieron los cinco legisladores designados y los dos senadores peronistas, Juan Manuel Abal Medina y Eduardo Aguilar, anticiparon que recomendarán al presidente sostener al director nombrado por Axel Kicillof.

La comisión no emite un dictamen sino una "recomendación" a Macri, cuyo argumento para desplazar al kicillofista fueron sus artículos periodísticos del director en Ámbito Financiero, la mayoría críticos de las medidas de Federico Sturzenegger.

Según anticiparon a LPO miembros de la Comisión, Biscay presentaría una cautelar para permanecer en su cargo y evitar que el presidente lo eche en los próximos días. 

Aunque la comisión es secreta, Abal Medina y Aguilar no ocultaron su respaldo al apuntalado director. "No se encuentran fundamentos para sostener que Biscay incurre en mala conducta al emitir opinión sobre las decisiones tomadas por el BCRA: ni la Carta Orgánica, ni ningún otro documento obliga a los directores a mantener silencio sobre cuestiones de política, siempre que no impliquen violación de información reservada", comunicaron senadores conducidos por Miguel Pichetto.

No sería la posición de Federico Pinedo, los diputados Eduardo Amadeo y Luciano Laspina, todos macristas, quienes mañana comenzarán a redactar una recomendación favorable a la salida de Biscay.

De todos modos, Macri tendría la decisión tomada de echarlo y abrir así otra vacante en el Directorio del Banco Central, cuyos integrantes nombrados por este Gobierno no tienen acuerdo del Senado, porque el peronismo exigió a cambio lugares propios que nunca llegaron.

Aunque la partida del ladero de Kicillof abre otro cupo a negociar, los senadores peronistas no especularon con esa chance, claramente, porque no confían en que les llegará una recompensa.

De hecho, los directores del Banco Central sin acuerdo del Senado siguen en funciones "en comisión", una opción que tienen cuando consiguen respaldo del parlamento. Pueden actuar sin problemas, pero Macri podrá echarlos cuando quisiera, sin necesidad de pedir un consejo. Como hizo con Biscay.