La recuperación económica que celebra el Gobierno con un 1,1% de suba trimestral en el primer trimestre y otro 1% en el segundo estuvo motorizada por la pesca, el agro, los combustibles, la energía y la obra pública y la construcción. Pero sin un correlato en el consumo doméstico.

Rezagado incluso por detrás de la recuperación de la industria, el consumo llegó a julio con tibias señales de mejora. Por ejemplo, las ventas por el día del amigo cayeron 0,2% este año con respecto al del año pasado. Y si bien este dato es, para CAME, "mejor de lo esperado", los especialistas anticipan que la mejora llegó a su tope y de cara al resto del año, los avances sean más bien modestos.

Aun así, los últimos datos de consumo minorista, tanto de ventas en comercios que releva la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) como de ventas en supermercados y shoppings que mide el Indec siguieron en baja. En el primer caso, en junio se registró una caída de 1,4%, en el segundo, una baja de 2,5% interanual a mayo y en el tercero, una merma del 4,3% también a mayo.

Según informó Damián Di Pace de Focus Market, una consultora que analiza la evolución de los tickets de ventas en supermercados vía Scanntech, a esta altura del año "el consumo aún no termina de recuperarse".

Cabe aclarar, que en este segundo trimestre ya no todas las categorías siguen en baja, como sí sucedía en el primer trimestre. Pero no por eso, la novedad es positiva: "la canasta básica alimentaria y lácteas son categorías que muestra una caída acentuada", resalta el informe de Di Pace.

Los números son elocuentes. Según los datos de Focus Market, en junio las ventas en supermercados agravaron la caída: 4,3% menos ventas que en igual mes del año anterior a la vez que, en promedio, los precios minoristas en el mercado de consumo masivo treparon 24,9%, esto es 3,2 puntos porcentuales más que la inflación que mide el Indec.

En junio las ventas en supermercados cayeron 4,3% interanual, a la vez que los precios treparon más que la inflación que mide el Indec.

En este contexto, el economista en jefe de la consultora FyE Consult, Hernán Hirsch, considera que los créditos que el Gobierno está ofreciendo para beneficiarios de planes sociales "van a tener un impacto marginal. Además son de muy corto plazo y después la gente va a tener que pagarlos a una tasa que no es exactamente un regalo. Me parece que es más una ayuda específica por las elecciones para un sector en el que no están midiendo bien, pero que va a ser de bajo impacto sobre la actividad económica".

De acuerdo al último valor del índice de la Capacidad de Consumo de las Familias (CCF) que elabora FyE Consult, un indicador que combina las evoluciones del crédito, la relación salarios-precios y el empleo, no hay demasiado margen para el consumo crezca mucho más. La CCF creció 1,1% en el primer trimestre, 4% en el segundo y 0,2% en julio, lo que marca el virtual estancamiento de la capacidad de consumo.

"Para los próximos trimestres el crecimiento interanual de la CCF va del 4%, es decir quedar más o menos como ahora, al 0%. Y aunque los créditos puedan subir un poquito, no va a haber un salto en el empleo y los precios con los salarios van a andar empatados. Ahora en agosto-septiembre va a impactar la suba de prepagas y en noviembre es probable pero no seguro que suban los combustibles" dijo a LPO Hirsch quien sintetizó que de acá a fin de año la CCF "va a estar casi planchada en términos desestacionalizados".

Al resepecto, Damián Di Pace es algo más optimista, ya que espera que en el segundo semestre "se desacelere la caída de las categorías que aún están a la baja y que otras salgan de la tendencia negativa actual".

"Sin embargo prevemos un crecimiento muy heterogéneo en consumo masivo para lo que resta del año ligado a evolución de variables como inflación, poder adquisitivo del consumidor y ajustes de tarifas ya previstas más servicios que podrían actualizarse después de octubre", aclaró Di Pace.