La audiencia pública sobre las represas hidroeléctricas en Santa Cruz cerró la grieta del macrismo y el kirchnerismo, y mostró a Juan José Aranguren y Julio De Vido defendiendo el proyecto y reclamando una rápida reactivación.

La única diferencia entre ellos fue que el actual ministro de Energía defendió las modificaciones que el macrismo le hizo al proyecto, mientras que el ex titular de la cartera de Planificación defendió la idea original, aunque aceptó los cambios y pidió que las obras arranquen "urgente".

Aranguren resaltó que el estudio de impacto ambiental (exigido por la Corte Suprema) que se trata en esta audiencia "es el primero de esta magnitud que se realiza en el país" conforme a la normativa legal, y a partir de ahora "todo proyecto hidroeléctrico tiene la obligación de hacer este análisis".

En cuanto a las modificaciones, indicó que el proyecto anterior tenía "características débiles desde los puntos de vista ejecutivo y ambiental". En particular, recordó, se había previsto una inversión de us$ 4.700 millones, pero con un proceso de redefinición de costos en base a la cotización del dólar, lo cual "iba en contra de la ley de Energía Eléctrica" y elevó el monto a us$ 6.300 millones. 

"Además de caro, el proyecto era incompleto, porque la línea de transmisión entre las dos represas no estaba prevista", agregó Aranguren. Los aprovechamientos, asimismo, implicaban un "potencial y posible impacto en operación y mantenimiento, tanto en el lago Argentino como en los glaciares", indicó el funcionario, que advirtió que el anterior estudio de impacto ambiental "era insuficiente y se hizo sin participación de la sociedad civil".

 El Gobierno modificó el proyecto original de las represas Cepernic y Kirchner, de modo tal que ambas tendrán menos turbinas (bajó de once a ocho), menos cota y menos embalse, medidas que implicaron un ahorro de 1.300 millones de dólares.

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Al respecto, De Vido explicó que en el proyecto original se definió que las centrales operasen en punta "porque sólo así se podía generar un excedente (de energía) para la provincia y la región". "Eso cambió, lamentablemente", señaló el ex ministro, que también mencionó que se eliminó la decisión de que "una vez repagadas (las represas) pasarán a manos de la provincia". "Al bajar la potencia, agregó, la electricidad generada será consumida por el país central, es decir, el unitarismo energético volviendo a concentrarlo todo", cuestionó.

De Vido, que dijo asistir a título personal y no como titular de la comisión de Energía de la Cámara de Diputados -que en breve presentará su informe-, defendió la gestión kirchnerista y le enrostró a los funcionarios macristas que la financiación la consiguió Cristina.

"Marcamos nuestra disidencia pero no queremos obstruir sino impulsar el inicio de la construcción de este proyecto", afirmó el diputado del Frente para la Victoria, que pidió el "urgente arranque de las obras".

El vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González

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Otras voces

La "revisión integral" en el proyecto de las represas también fueron defendidas por el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, quien dijo que el estudio impacto ambiental que se realizó durante la administración anterior "lo evaluamos en 2016 y tenía elementos que, para nosotros, eran incompletos e insuficientes".  

"Por eso, tomamos la decisión de encargar un estudio independiente de verificación de desacople del lago Argentino y del impacto sobre los glaciares", añadió. Bergman resaltó que, en consecuencia, "con las nuevas condiciones de renegociación del contrato, nosotros sostenemos que estamos frente a nuevas represas. Por eso, no podemos aceptar defender aquellas represas que ya no son éstas".

Por su parte, el vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, defendió la política ambiental de su provincia (para respaldar el anterior proyecto), aunque consideró "acertadas, las acciones que se han tomado" en la revisión del proyecto para preservar especies como el Maca Tobiano, "que vienen a reforzar nuestra interés de lograr un desarrollo económico y energético, preservando el ambiente".

El vicegobernador destacó que "esta obra resulta además necesaria porque viene a generar seis mil puestos de trabajo directos, muy importante en momentos en que está quedando gente sin trabajo, por caso en el sector de hidrocarburos, es decir viene a mitigar el desempleo con trabajo digno".