El titular de la Federación Argentina y Unión del Personal de Panaderías y Afines (Fauppa), Abel Frutos, es el último sindicalista de extrema confianza que le queda a Hugo Moyano. Sin embargo, sus pares lo acusan de jugar para Cambiemos.

Como contó LPO, Frutos pegó el faltazo en la última reunión del Consejo Directivo convocada para cuestionar al gobierno. Colabora así con el doble juego de Moyano: mientras critica al Gobierno, fuentes de la CGT aseguran que "se la pasa firmando convenios con la Provincia por temas de capacitación".

Además, aseguran que ubica a sus propios dirigentes en listas bonaerenses. El Conurbano es de especial interés del referente panadero, quien tiene a sus propios dirigentes dispersos en listas macristas en la Tercera Sección electoral.

Incluso, su hijo Gastón Frutos es candidato a concejal en la boleta de Cambiemos de Avellaneda, aunque el dirigente no logró disputar un buen lugar y va séptimo en la lista que encabeza Sebastián Vinagre y completan María Balbuena Miranda, Maximiliano Gallucci, Berta Núñez, Rubén Conde y Claudia Danielle.

El secretario adjunto de Panaderos de Avellaneda era del Frente Renovador y en el ballotage en 2015 manifestó su apoyo a Daniel Scioli. Destacó al candidato a presidente por el Frente para la Victoria como peronista, antes que a Mauricio Macri. Y remarcó la libertad de acción que propuso su padre. Sin embargo, luego dio el gran salto a Cambiemos.

Frutos fue el encargado de la "seguridad" en la gran movilización de la CGT que terminó en escándalo cuando las bases le exigieron a la cúpula que pusiera una fecha para el paro contra el Gobierno. El triunvirato no dio respuestas y se tuvo que escapar abucheado del palco. 

Frutos fue además uno de los primeros en lanzar guiños al macrismo cuando asumió el Presidente. Se juntó con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. Ahora, a través de Fauppa, firma convenios con la Provincia. Por ejemplo, dos meses atrás, María Eugenia Vidal cerró un acuerdo de capacitación laboral en la cárcel de Olmos para 2.500 internos.  

El moyanismo el último jueves tuvo poca presencia en la mesa del Consejo Directivo, donde además de Frutos y Pablo no estuvieron Guillermo Pereyra (petroleros) ni Roberto Fernández (UTA). Sí fueron, en cambio, Facundo Moyano, Omar Plaini (canillitas) y Omar Pérez (camioneros).

Pablo Moyano blanqueó así la crisis en la CGT y aseguró que algunos de los integrantes de la central se encuentran en estado "vegetativo", por su falta de reacción ante el gobierno de Mauricio Macri. El jueves pasado, tras cerrar su propia paritaria, se ausentó en la reunión del Consejo.