Alejandra Gils Carbó advirtió que si el presidente Macri avanza con su idea de removerla por decreto estará cometiendo un acto "inconstitucional" y se comparó con su par venezolana Luisa Ortega, acorralada por Nicolás Maduro.

Como explicó LPO, Macri ya decidió desplazar a la procuradora por esa vía, si resulta procesada por irregularidades en la compra de un edificio. El caso se suma a otras operaciones sospechosas en el alquiler de otro inmueble, que pertenecía al presidente de Rácing, Victor Blanco, muy cercano a Máximo Kirchner.

"Más que algo personal lo veo como un afán de concentración del poder y eso es el motivo por el cual siento el compromiso de quedarme en mi cargo", sostuvo la funcionaria.

"Me preocupa el crecimiento de la violencia contra el sistema judicial. Ya ha habido jueces federales que denunciaron presiones", advirtió Gils Carbó y se lamentó porque "los jueces laborales están expuestos a una campaña de hostigamiento constante". 

Existe un gran paralelismo entre lo que le está pasando a la procuradora de Venezuela y lo que me está pasando a mí. Sería un escándalo internacional si Macri me destituye por decreto al mejor estilo Maduro, afirmó Gils Carbó.

Esta última acusación fue tomada por el jefe de la bancada de diputados kirchneristas, Héctor Recalde, que denunció a Macri ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"En lo que a la Procuración respecta, esto empezó en noviembre de 2015, cuando el entonces candidato y ahora presidente decía que yo tenía que renunciar si asumía, desconociendo el claro texto constitucional que establece que el Ministerio Público es autónomo e independiente y que no tiene que retirarse cada vez que cambie el gobierno", argumentó Gils Carbó.

Y anticipó que dará una dura batalla si Macri intenta echarla por decreto, como anticipan sectores del Gobierno que no están para nada convencidos con el paso que quiere dar el presidente. "Sería un acto totalmente inválido. Si es necesario haría acciones judiciales. Habría una muy fuerte reacción de los organismos institucionales. Yo no puedo acatar un acto de esa invalidez".

"Existe un gran paralelismo entre lo que está pasándole a Luisa Ortega (la procuradora de Venezuela) y lo que me está pasando a mí", y trazó una comparación entre Macri y Nicolás Maduro.

"¿Se imagina el escándalo internacional en que se vería expuesta la Argentina? Un escándalo que ya está instalado en los organismos internacionales por la detención ilegal de Milagro Sala. Imagínese si a eso se le suma una destitución por decreto al mejor estilo Nicolás Maduro?", se preguntó.

La jefa de los fiscales reconoció su pertenencia al grupo de Justicia Legítima, al cual definió como "un grupo de magistrados y funcionarios judiciales progresistas en el ámbito de la justicia" y aclaró que "no tiene ninguna afiliación partidaria".

"Yo no soy opositora ni militante, y siento rechazo y desilusión cuando me llaman la enemiga del gobierno. Tengo que cumplir un rol que establece la Constitución, que es defender los derechos humanos fundamentales de las personas y la Constitución", finalizó.