En los últimos años, a partir del conflicto entre el campo y el kirchnerismo, Coninagro atravesó momentos de alta exposición pública que la terminaron posicionando como una de las entidades referentes del sector agropecuario. A fines de 2008, SanCor se alió a Cristina Kirchner y decidió desvincularse de Coninagro tras 40 años de relación porque la entidad pasó a formar parte de la Mesa de Enlace. Recién seis años después (en 2014) la cooperativa láctea volvió a afiliarse a su entidad madre. Tampoco fue fácil para los directivos de Coninagro manejar la relación comercial con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) -una de las principales agroexportadoras del país- durante los años en los que duró el enfrentamiento con el anterior gobierno.

Actualmente Coninagro -que representa 15 federaciones que nuclean 800 cooperativas y 120 mil productores en todo el país- pasa por un momento de reconversión con nuevos lineamientos y el objetivo concreto de recuperar protagonismo en las economías regionales.

Su presidente, Carlos Iannizzotto (63), asumió su primer mandato en noviembre del año pasado. Viñatero, oriundo de Mendoza, es un típico dirigente del interior que las circunstancias del cargo lo llevaron a trabajar la mayor parte de la semana en Buenos Aires. Agradable, cordial, con la clásica tonada mendocina, Iannizzotto recibe a LPO en su despacho en pleno microcentro porteño justo después de cerrar una reunión de Comisión Directiva.

Lo primero que se advierte sobre su escritorio es un gran portaretrato con una fotografía familiar. "Llevo 38 años de casado, tengo 10 hijos y 21 nietos", cuenta, casi entre risas, el dirigente. Enseguida, se pone serio para hablar de la realidad del sector y de los productores que integran las cooperativas. Elogia los cambios que hizo el gobierno, pide apoyarlo en las elecciones, pero a su vez asegura que la pérdida de competitividad por el atraso cambiario y los altos costos llevan a la concentración y expulsión de productores.

-¿Cuáles son sus objetivos como presidente de Coninagro?

Estamos tratando de ambientarnos a los nuevos desafíos del campo en el marco de una situación de institucionalidad a nivel país muy diferente. Es un momento que está vinculado a la propuesta, a la iniciativa, al diálogo, al consenso y a ver cómo apoyamos la gestión pública del Ejecutivo y en el Congreso con proyectos de Ley.

Quedó demostrado que la macroeconomía no soluciona los problemas de las economías regionales. Sacaron las retenciones y siguió la crisis, tenemos que ir a un análisis micro y hay que asegurar mercados externos.

Nuestro desafío es representar al pequeño y mediano productor. El asociativismo es una alternativa a la concentración de la economía. Las economías regionales son un objetivo de la entidad porque creemos que deben tener una representación más fuerte y genuina.

-¿Cómo están hoy las economías regionales?

Quedó demostrado que la macroeconomía no soluciona los problemas de las economías regionales. Tiene que haber por parte del Estado un análisis micro para que haya más rentabilidad y competitividad para poder crecer y desarrollarse llegando a la góndola y tener protagonismo en los mercados externos. Si no hay mercado externo es difícil que las economías regionales tengan rentabilidad. Eliminaron las retenciones y siguió la crisis. Hay que segmentar porque cada producción tiene problemas distintos. En arroz, por ejemplo, un 80 por ciento de la producción se exporta y en vinos es la misma proporción pero a la inversa. Hay dos realidades diferentes y hay que encontrar herramientas para lograr una mayor rentabilidad para todas las cadenas de valor.

-¿Propone segmentar políticas según tamaño de productor?

No exactamente. Hay que ir hacia políticas diferenciadas según el tipo de producción. Hay que ver cómo podemos potenciar la ruralidad e ir a un desarrollo local y generar arraigo. El cooperativismo puede otorgar una faz social muy importante porque somos nosotros los que generamos una verdadera descentralización y federalización productiva en el país. El tema crediticio hay que adecuarlo a los ciclos agrícolas. Nos parece que el gobierno debe tener una mirada focalizada para poder rescatar algo que va a una situación de expulsión de productores y concentración.

LPOMarcelo Arias

-¿Las cooperativas se sienten respaldadas por el gobierno de Macri?

Vemos que estamos en agenda y que los funcionarios nos atienden. Lo vimos cuando nos reunimos con Macri. En el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) hay personas muy conocedoras, con las cuales hay muy buen diálogo. En el Ministerio de Agroindustria con Ricky Negri y Santiago Hardie también nos sentimos apoyados.

-¿Cuál es el principal problema de las cooperativas?

Uno de los grandes problemas del cooperativismo es la marginalidad e informalidad. Hay cooperativas truchas porque en su momento fueron impulsadas para disimular una relación laboral y evadir todo tipo de impuestos. Son cooperativas dibujadas, oportunistas, manejadas por una o dos personas y lo demás es pura cáscara. El INAES está trabajando mucho en esto. Pero también estamos en una especie de trampa porque hay una sobrecarga impositiva que lleva a evadir. Queremos defender esto para no terminar en una economía marginal. El cooperativismo sí o sí tiene que estar en blanco por la estructura jurídica de la organización.

Acá hubo una sobreprotección de la parte laboral que al final te termina desprotegiendo porque es tan caro tomar a alguien en blanco que estamos en una informalidad del 40 por ciento.

-¿De qué manera afecta la suba de costos laborales a las cooperativas?

La reforma impositiva que abogamos es para que haya un mayor acceso a la legalidad de toda la economía y lograr así más competitividad. Se está trabajando y nosotros estamos intentando acercar ideas para evitar esta sobreprotección que al final desprotege. Se ha sobreprotegido a la parte laboral. Acá es tan caro tomar a alguien en blanco que al final desprotegemos a los trabajadores porque hay una informalidad de alrededor del 40% en la Argentina. Este año es difícil que salga la reforma laboral, pero ojalá lo hagan. En la parte impositiva si no hay consenso, cualquier reforma no va a tener éxito. Tiene que haber acuerdo político. Sabemos que solucionar todo el costo laboral en la Argentina es difícil y quizá algunos acuerdos sectoriales nos pueden ir dando luz a algo más general.

Gradualismo o shock

-¿Coincide en la política de ajuste gradual que plantea el gobierno?

Sí, coincidimos en la gradualidad. Los cambios profundos tienen que ser graduales. En empresas y familias las grandes cosas tienen que ir mejorando de a poco. El problema es que si en esta gradualidad no vemos avances, se enturbia el proceso y comienzan las dudas. Es lo que vemos en las economías regionales. Necesitamos medidas que favorezcan para que los productores no se desanimen. Los reintegros y los reembolsos hay que mejorarlos.

LPOMarcelo Arias

-¿Qué problemas está causando el atraso cambiario en el sector?

Se está dando una situación en la cual hay una política monetaria que funciona como instrumento para bajar la inflación. Creemos que esto no favorece al criterio productivo. Venimos de 12 años de una economía consumista que provocó hábitos y una mentalidad cultural que atentó contra la inversión y el ahorro. Para pasar de esta economía a una política de producción, el atraso cambiario no favorece el crecimiento, el desarrollo y la inversión.

Marcos Peña nos dijo que es cuestión de tiempo porque hay flotación libre y el dólar está bajo por la entrada de dólares del blanqueo. El dólar debería ir tomando posicionamiento porque esta gradualidad en el mercado cambiario va a producir expulsión de productores y un problema social serio. Hay que solucionarlo porque vamos a encontrar menor cantidad de hectáreas sembradas cuando necesitamos que haya más cantidad y más productores.

La política monetaria del Gobierno no favorece la producción ni el crecimiento. Marcos Peña nos dijo que es cuestión de tiempo que se acomode el dólar, que hoy está bajo por la plata que entró del blanqueo. 

-¿En qué valor debería estar el dólar actualmente?

No tengo elementos para poder fijar un valor. Pero con toda certeza está atrasado. Para contrarrestar este atraso le propusimos a Francisco "Pancho" Cabrera aumentar 3,5 por ciento los reintegros y llegar a una situación competitiva en el sector vitivinícola. Hoy el reintegro está en 5 por ciento y si lo llevamos a un 8,5 por ciento podríamos competir con Chile. Con esto podemos rescatar las economías regionales y ponerlas en marcha generando empleo. La apuesta a las economías regionales además trae recursos porque la mayoría de los productos tienen mercados demandantes. 

-¿Es rentable producir en la Argentina?

Hoy si no hay rindes superiores a la media el negocio no te cierra. Ha habido un pequeño repunte del dólar que dio un poco de oxígeno. Pero esto se encamina a una situación conflictiva si no hay cambios en las reglas de juego. La política monetaria tal cual está no contribuye a un esquema de producción.

-¿En qué situación se encuentra el sector vitivinícola?

Hay una circunstancia pasajera producida por una cuestión climática que genera que la materia prima tenga un buen precio. Este precio es esporádico por una mala cosecha. Van varios meses donde la imposibilidad de exportar hace que se vuelque todo al mercado interno. Además estamos perdiendo consumidores. El hábito de consumo está cambiando.

LPOMarcelo Arias

-¿Por qué no se exporta más vino?

No se exporta más porque el atraso cambiario es muy fuerte y los costos logísticos son muy altos. Pagamos el doble de logística que Chile. Entre la parte impositiva y laboral nuestros costos están un 70 por ciento más altos. Necesitamos trabajar sobre créditos, reintegros y aranceles en comercio exterior. El Mercosur necesita un cambio de paradigma para las economías regionales porque no han estado en agenda. Sólo exportamos vino a Brasil, Paraguay, Estados Unidos e Inglaterra. Deberíamos apuntar más a Brasil porque es muy potente y los mercados asiáticos. El consumo internacional de vino está creciendo mientras acá cae. En los países emergentes crece y es un nicho muy interesante y con nuestra estructura de costos estamos perdiendo la oportunidad.

Acá se paga el doble de costos de logística que en Chile y encima tenemos atraso cambiario. Entre la parte laboral e impositiva nuestros costos están un 70 por ciento más alto, por eso es muy difícil exportar.

-¿En qué quedó la prohibición de publicitar vino en la ciudad de Buenos Aires?

Presentamos un recurso de amparo y todavía no se ha expedido la Justicia. Por ahora seguimos sin poder publicitar. Nos reunimos con el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta para ver si a través de la reglamentación se pueden buscar otras alternativas. La medida no tiene nada que ver con los efectos buscados. Confunden eventos que están vinculados a la violencia que nada tienen que ver con la ingesta de vino.

Las elecciones

-Coninagro emitió un comunicado en el que apoya la gestión de Macri. ¿Cree que es correcto involucrarse en política de esta manera?

No creo que sea esa la lectura. Reconocemos que trazamos una línea de apoyo a Macri. La Comisión Directiva decidió jugar lo más fuerte posible diciéndole a los asociados y a la sociedad lo que pensamos. Acompañamos las políticas de este gobierno vinculadas a la ruralidad. No queremos quedarnos en una posición de omisión. Jugamos fuerte en defensa de los productores siendo el gobierno el interlocutor válido para resolver los problemas.

-¿Cómo sigue la Mesa de Enlace ?

La Mesa de Enlace es un ejemplo por todo lo que se hizo. Es un modo de hacer políticas públicas. Tiene mucha actualidad porque si nos ponemos de acuerdo en Ley de Semillas, Ley de Seguros Agrícolas y en lechería, podemos conseguir grandes logros. Es sumamente necesaria la Mesa de Enlace, pero la realidad es que nos está costando mucho tener una actitud humilde de más consenso para dejar de lado intereses particulares. 

LPOMarcelo Arias

¿Cómo evalúa la gestión de Buryaile?

Noto la política de Macri con muy buenas intenciones, pero falta audacia, focalización, trabajo y persistencia.

La gestión del ministro me parece muy interesante por las personas que están y la capacidad de cada uno. Pero no veo resolución ni distribución de trabajo. A veces hay que recorrer muchas Secretarías, falta organización y no se sabe muy bien quién decide. Hay un Ministerio (de Agroindustria) que hay que reestructurar. Ha habido mucho diálogo con gente competente. Estamos todos de acuerdo, pero no hay instrumentación.

-¿Cuál fue su relación con el gobierno anterior? ¿Lo conoce a Guillermo Moreno?

Nunca trabajé dentro del kirchnerismo. Cuando me tocó trabajar en política en la provincia de Mendoza, competimos en una interna contra (el ex gobernador peronista) "Paco" Pérez. Es decir, tengo la autoridad moral de haber enfrentado a los K.

A Moreno no lo conocí. Se me vinculó erróneamente porque Fecovita, de la cual formé parte, tuvo vínculos, pero yo no estaba en la parte comercial y no era interlocutor con él. Es más, sufrí sus políticas autoritarias dentro de Fecovita, aunque no personalmente. En Coninagro creemos que el populismo no fortalece a la sociedad porque no da lugar a la innovación y a la creatividad. Además pensamos en los subsidios únicamente en forma supletoria.