El jefe de Gobierno porteño, Horacio RodrÃguez Larreta, finalmente dio el paso que le venÃan reclamando desde la Casa Rosada y reprimió a piqueteros que cortaban la 9 de Julio frente al Ministerio de Desarrollo Social.
Los manifestantes iniciaron la manifestación cerca de las 14 frente a la sede de la cartera que conduce Carolina Stanley, donde se presentaron encapuchados, con palos, banderas e incluso quemaron neumáticos.
La decisión de Larreta se da cuando la campaña electoral empieza a tomar temperatura y da respuesta a un viejo reclamo del votante macrista, que durante el primer año y medio de gestión de Cambiemos, observó con frustración que los piquetes lejos de disminuir habÃan aumentado.
Elogios de Pichetto El jefe de bloque del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Pichetto, felicitó el operativo de la PolicÃa que desalojó a los manifestantes. Lo hizo durante la exposición de Marcos Peña en el Senado.
La represión causó al menos siete heridos. Los manifestantes, referenciados en Quebracho y del Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala, abandonaron el corte luego del avance de InfanterÃa, no sin antes arrojar piedras contra los efectivos.
Se trata del primer desalojo de este tipo sobre la 9 de julio desde que se creó la PolicÃa de la Ciudad.
La tensión comenzó luego que los manifestantes no sólo bloquearan el tránsito, sino que además montaran carpas e instalaran una "olla popular" en 9 de Julio y Blegrano, lo que hacÃa suponer que pensaban quedarse un tiempo prolongado.
La protesta se concretó en reclamo a un "plan de obra pública cooperativa frente a la emergencia laboral que deja cada dÃa cientos y cientos de trabajadoras y trabajadores en la calle"; "la declaración de la emergencia alimentaria"; y "la emergencia tarifaria en fábricas recuperadas, clubes de barrio y comedores comunitarios que no pueden hacer frente al brutal tarifazo energético".
Fue parte de por lo menos cinco protestas en distintos puntos de la Capital, que generaron un caos de tránsito importante.
Ante la variedad de los reclamos, las autoridades del gobierno porteño, conducidas por el secretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro, entendieron que lo que se buscaba era el conflicto. Luego de tres horas de negociaciones, D´Alessandro ordenó que se formaron los infantes en la 9 de Julio. "En ese momento de los 700 que eran quedó un poco más de la mitad, los más radicalizados, en su mayorÃa de Qebracho", explicaron a LPO fuentes al tanto de lo ocurrido.
Luego vino lo esperable: Represión, corridas, piedrazos, containers prendidos fuego. El saldo fue siete policÃas heridos y un manifestante, que fue derivado al Argerich. Además quedaron siete detenidos, uno de ellos menor de edad.
En el gobierno de Larreta no festejaron aunque habÃa un alivio evidente porque se pudo desalojar sin vÃctimas graves. Desde la Casa Rosada llegaron las felicitaciones desde los mismos despachos que hasta este miércoles disparaban las crÃticas, cuando la Ciudad optaba por no reprimir. Se tomaron con pinzas.
"Acá no cambio nada, esto es un trabajo de más de un año, esta gente estaba con palos y la cara tapada y rompÃa de manera sistemática la mesa de diálogo, no quedó otra que desalojarlos, pero de ninguna manera nuestra intención es usar la fuerza como primera opción, no nos gusta reprimir ni las imágenes que quedan", explicó a LPO un funcionario porteño.
Ante el evidente apoyo de buena parte de los porteños, hartos de los piquetes, desde el kirchnerismo salieron a instalar que se trató de un "montaje" del macrismo para sumar puntos de cara a la pelea electoral.
En el gobierno porteño calificaron de "delirante" la acusación y entregaron a LPO una detallada descripción de quienes protagonizaron la protesta. Entre otros participaron Alejandro "Coco" Garfagnini de la Tupac Amarú; Juan Pablo Odezaile de la Corriente de Militancia Popular y Eduardo Montes de la Cooperativa Gráfica Patricios, vinculado al camporista Andrés "Cuervo" Larroque, que manejaba durante el kirchnerismo el Programa de Trabajo Autogestionado de la cartera laboral.
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El turco Asís dio perfectamente en el clavo anoche. Ante un Fantino cada vez más estúpido y luego de unos diálogos surrealistas de los agentes del gobierno Feinman, Santoro, etc. (a todos los cuales trató sutilmente de boludos), señaló que este incidente fue provocado, que daña tanto al macrismo como al kirchnerismo y, lo más grave, que ya estamos "en la frontera del primer muerto". No se equivoca.
Dejen de masticar vidrio y avívense un poco para reconocer los ataques de falsa bandera.
Y... Johnny English, la "represión brutal al kirchnerismo" se hace de otra manera: haciendo cosas mejores y con más eficiencia y robando menos. Porque, hasta ahora, éste es el peor gobierno de cuantos conocí y el que más ha robado (y lo ha hecho en tiempo récord). Así que, Mr. Bean, al lado de la foto de Macri y el príncipe gay británico que tenés en la mesita de luz, agregale la de Cristina y la del chilote Báez. Son lo mismo.