El intendente de Córdoba, Ramón Mestre, no logró ubicar a su hermano Diego en los primeros lugares de la lista, pero se aseguró tres de los primeros cinco candidatos para bronca de Mario Negri y Oscar Aguad, quienes le habían pedido a Mauricio Macri una primaria de Cambiemos para evitar este escenario.

El presidente fue tajante en su decisión de impedir contiendas por cargos nacionales y potenció al principal rival de su ministro de Comunicación y su presidente de bloque de Diputados.

Mestre se instaló el miércoles en la Casa Rosada para exigir que su hermano vaya entre los primeros lugares, con la certeza de que sería casi imposible: Macri quería a Baldassi de uno y tercero a Gabriel Frizze, intendente de Jesús María.

El 2 y el 4 debían ser para una mujer, pero hasta este viernes, Mestre apelaba a un antecedente legal en Mendoza para dejar el primer cupo femenino en el 5 lugar, pero finalmente desistió con una condición: las dos mujeres son de su palo: Soledad Carrizo y Brenda Lis Austin.

Una buena elección de Cambiemos podía darle 5 bancas y dejar al intendente de Capital con 4 representantes. A Olga Ristra le quedan dos años. O sea, tendrá más diputados que el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.

Para evitar este escenario, Negri y Aguad se habían aliado al PRO Nicolás Massot y le pidieron a Macri una paso de Cambiemos, con macristas y radicales mezclados.

Sólo así podían pararlo a Mestre, que había logrado imponerse en la Convención de la UCR y confirmar los candidatos del partido.

No conforme, amenazaba con ir a internas si no cumplía sus pretensiones, Aguad y Negri lo frenaron con un reglamento severo (el que ganaba se quedaba con 3 lugares), pero no pudieron intervenir en la negociación final.

"Si hubiera habido internas, Mestre sólo ponía un lugar", se lamentaban en el entorno de ambos.