Las tensiones entre el grupo de senadores que lidera el peronismo de Santa Fe y el líder del sindicato de Dragado y Balizamiento, el moyanista Juan Carlos Schmid, generó una inoportuna batalla a días del cierre de listas cuando aún había esperanzas para un acuerdo de unidad en torno a la candidatura de la ex jueza Alejandra Rodenas.

El conflicto se desató por una nimiedad, cuando Schmid le solicitó a las autoridades del PJ que le habiliten la sede partidaria para hacer el lanzamiento de su lista. Esato fue rechazado por los senadores que respaldan a  Rodenas e interpretan que la postulación del gremialista responde a la estrategia del rafaelino Omar Perotti para restarle votos ala ex jueza.

"Nos están proscribiendo", disparó en diálogo con LPO Edgardo Arrieta, el hombre de Schmid en Rosario, enojado porque no le permitían el uso del local partidario. "Son los senadores Traferri y Pirola los que se oponen", responsabilizó el dirigente.

"Parece que el peronismo tiene dueño", continuó Arrieta quien describió a la prohibición como una "jugada estúpida que es funcional al socialismo" y agregó "como siempre, los senadores le hacen el juego al oficialismo".

Ante esta situación, Ricardo Olivera renunció este lunes a la presidencia del PJ de Santa Fe, a menos de una semana para el cierre de listas.

"Son anticristinistas y hacen lo mismo que Cristina", bramó un dirigente peronista contra los senadores, indignado por la renuncia de Olivera.  Es que el presidente del PJ se manejó con tal prudencia durante los meses al frente del PJ que ni siquiera hizo valer su autoridad para solicitar lugares en las listas, una gestión política que todos le reconocen.

De hecho, el senador Darío Capitani anticipó a LPO que como vicepresidente segundo del partido "no voy a aceptar la renuncia, porque Olivera es un hombre ecuánime e imprescindible, es quien garantiza un proceso de reunificación del peronismo".

La interna en el moyanismo

La disputa se desató en medio de las negociaciones que estaba impulsando, entre otros, el dirigente del Movimiento Evita, Gerardo Rico, para lograr un consenso y la posibilidad de una lista de unidad entre la candidatura de Alejandra Rodenas y Juan Carlos Schmtd para juntos, enfrentar a Agustín Rossi.

"Hay que ver con el correr de las horas, hoy estamos muy enojados como para tomar una decisión", admitió Arrieta quien considera lejana una lista unificada.

En rigor, la interna que derivó en la renuncia del presidente partidario tienen su razón en una vieja disputa hacia adentro del gremio de Camioneros, donde el sector que responde Moyano, a través de la Federación de Camioneros, desconoce a Sergio Aladio como referente de los transportistas.

Aladio disputa fuertemente con la Federación luego que el secretario General, Marcelo Dainotto, cayera en desgracia acusado de malversación de fondos y obligado a reintegrar al Sindicato más de dos millones de dólares para evitar ir a prisión por una condena a dos años.

A su vez, Aladio logró el apoyo masivo de los trabajadores y fue elegido Secretario General en marzo del año pasado aunque las elecciones fueron anuladas por la Federación y las cuentas del gremio intervenidas.

Pese a esa medida, Aladio mantiene su pelea por convertirse oficialmente en el referente de Camioneros y torcerle el brazo a Moyano: "Los trabajadores no desconocemos a Moyano, pero hay diferencias, porque esto no es una unión de trabajadores con una conducción central; somos sindicatos autónomos; salimos de la Federación y hemos fortalecido un perfil más provincial", declaró al diario La Capital en su momento.

En paralelo, Aladio generó buenos lazos con Armando "Pipi" Traferri, uno de los senadores que más insistió con la candidatura de Alejandra Rodenas y hoy, en el peronismo no desconocen que la interna por las listas esté teñida por las desavenencias entre el sector de Moyano, identificado con Schmid y el de Aladio con Traferri.