El Banco Central mantuvo hoy su tasa de política monetaria en 26,25 por ciento y justificó la decisión en que las expectativas del mercado aún están por encima de la meta programada.

O sea, para Federico Sturzenegger la baja de la inflación que midió el Indec en mayo no es preludio de un descenso abrupto de los precios y por lo tanto hay que tomar recaudos. 

El Directorio del BCRA fundamentó la determinación en los resultados que arrojó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en el cual se observó un incremento en las estimaciones de inflación para este año, aunque siempre dentro de un proceso de desaceleración en el nivel de precios. 

"Las expectativas de inflación para 2017 aumentaron con respecto a la medición de abril de 21 por ciento a 21,6 por ciento para el nivel general del IPC-GBA y de 19 por ciento a 19,2 por ciento para su componente núcleo", indicó el informe oficial.

El BCRA recordó que de acuerdo al REM la inflación esperada para los próximos 12 meses cayó de 17,9 por ciento a 17,4 por ciento para el nivel general y de 16,2 por ciento a 16 por ciento para el núcleo.

Asimismo, señaló que "para 2018, la inflación esperada aumentó de 14,6 por ciento a 15,0 por ciento para el nivel general del IPC-GBA y de 13 por ciento a 13,5 por ciento para su componente núcleo".

Frente a este escenario concluyó que "las expectativas se mantienen por encima de las metas de inflación de la autoridad monetaria para 2017 y para 2018 (8-12%).

Respecto del mes en curso, señaló que "las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el BCRA sugieren que en junio la economía continúa en el proceso de desinflación retomado en mayo". 

Manteniendo su línea, la entidad enfatizó que "seguirá monitoreando el ritmo de evolución de los precios, buscando ubicar su tasa de política en el rango necesario para consolidar el proceso de desinflación".