"Es de mi más estricta confianza". Con esas palabras el presidente de Brasil, Michel Temer, se refiere en una grabación al ex diputado Rodrigo Rocha Loures, detenido este sábado y considerado el hombre que puede derribarlo de la presidencia de Brasil.
Loures fue grabado durante las investigaciones de corrupción en Brasil, mientras transportaba una valija con medio millón de reales supuestamente destinada a Temer.
El ex parlamentario, que perdió los fueros esta semana, fue detenido por orden del ministro de la Corte Suprema, Edson Fachin, que lleva adelante la investigación del Lava Jato.
La decisión de Fachin respondió a un pedido del fiscal General de la República, Rodrigo Janot, que lo señala como el "verdadero 'longa manus' del presidente Michel Temer", una expresión en latÃn que describe a quien ejecuta órdenes de otro.
"Rodrigo Loures aceptó y recibió con naturalidad a nombre de Michel Temer la oferta de soborno (5% del beneficio económico obtenido) hecha por el empresario Joesley Batista", describe el fiscal Janot en el documento en que pide prisión para el acusado.
Batista -dueño de JBS, el mayor productor de carne del mundo-, denunció a Lourdes y al propio Temer, a quien incluso grabó, dejando a su presidencia en un coma que hoy se agravó. El empresario reveló que pagó sobornos a más de 1.800 polÃticos de todos los partidos y que vivÃa recibiendo peticiones de dinero, incluso del presidente Temer.
Según la prensa brasileña, si Loures acepta un acuerdo de delación premiada, en el que confiese a cambio de una reducción de la pena de prisión, puede provocar el fin del Gobierno. Su abogado niega que eso vaya a ocurrir y aseguró que su cliente permanecerá callado, según declaró a la prensa al conocer la detención.
Temer brindó una entrevista publicada hoy al semanario Istoe en el que negó las acusaciones y ratificó que se mantendrá en el cargo, bajo el argumento de que está enderezando la economÃa y sacando al paÃs de la recesión. Incluso, afirma en la entrevista que el Congreso lo respalda.
Hasta ahora Temer ganó tiempo, pero el martes, el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidirá si anula la elección de la fórmula presidencial que Temer integró en 2014 con Dilma Rousseff, por haber financiado su campaña con aportes ilegales. Si el TSE toma esa decisión, el actual presidente del Brasil deberÃa dejar el cargo y el congreso tendrÃa que elegir a su sucesor para que complete el mandato que finaliza el año próximo.
Esta es una situación probable, al punto que los tres ex presidentes más poderosos, Fernando Henrique Cardoso, Lula da Silva y José Sarney, iniciaron diálogos para ver si es posible consensuar una salida a la actual crisis polÃtica.
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