Mauricio Macri quiere que nombren al menemista Eduardo Mondino en la Defensoría del Pueblo de la Nación, luego de haber nombrado como canciller a un hombre de Carlos Ruckauf.

Mondino fue el único Defensor del Pueblo desde que se creó el cargo con la reforma Constitucional de 1994 y ocupó el cargo desde 1999 a 2009. Antes había sido Secretario de Estado de Acción Social de la Nación durante el primer mandato de Carlos Saúl Menem.

El cordobés, periodista de profesión y luego devenido en lobbysta de empresas (tiene sus oficinas en la Corporación América de Eduardo Eurnekian), no puede ser nuevamente Defensor porque ya cumplió dos mandatos.

Sin embargo, Mondino consiguió que el propio Macri se pusiera en acción para que le dejen un lugar en la Defensoría, en donde el cordobés aún tiene peso en la estructura.

El presidente habló con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, para que consiga el consenso para crearle un cargo a Mondino en el organismo de control, mientras aún sigue en debate la designación del Defensor, que debe conseguir los dos tercios de los votos en ambas cámaras. Para ese puesto mayor, Macri ya había pedido por Graciela Ocaña, que no consiguió el apoyo del peronismo y por la ex ministra menemista Susana Decibe.

Si bien a Pinedo no lo convencía la maniobra, ya consiguió el aval del jefe de bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto.

La traba proviene del massismo: quien está a cargo del organismo, que no elije su titular desde la partida de Mondino en 2009 es Juan José Bockel, quien quedó a cargo por obra del ex secretario general de la Defensoría, el massista Carlos Haquim.

Haquim era el titular interino hasta que fue electo vicegobernador de Jujuy en la fórmula de Gerardo Morales, a la que llegó tras un acuerdo del radical con Sergio Massa. El vice de Jujuy se opone a la llegada de Mondino porque cree que va a hacer implosionar la Defensoría. En Cambiemos quieren hablar con el líder del Frente Renovador para acercar posiciones.