Sergio Massa sufrió un duro golpe personal y político este sábado con el fallecimiento de su estratega, el peruano-norteamericano Sergio Bendixen, un ingeniero que logró convertirse en uno de los consultores políticos más importantes de la región.

Demócrata, amigo de los Clinton y pieza clave en la primer elección de Barack Obama en la estrategia hacia el voto latino, Bendixen había logrado establecer una relación de mucha confianza con Massa, quien solía escuchar con atención sus consejos, aunque no siempre los siguiera.

De 68 años y con una salud debilitada por el sobrepeso y la diabetes, Bendixen falleció en su departamento de Miami, ciudad donde estaba la sede central de la consultora que fundó junto a Fernand Amandi, que incluía clientes en todo el continente, como la precandidata presidencial de México, Margarita Zavala.

Bendixen, que falleció por la complicación de una gripe mal curada, fue el primer latino en participar de una campaña presidencial de Estados Unidos y se especializó en trabajar el voto de su comunidad.

En una entrevista con el Miami Herald, Amandi afirmó que "el trabajo de Sergio fue clave para que la política norteamericana empezara a escuchar la voz de los hispanos".

Humilde y bonachón, Bendixen comenzó trabajando en la industria petrolera en Texas -era ingeniero-, hasta que hizo de su pasión por la política su nueva profesión.

Si bien trabajó con varios candidatos presidenciales, su salto a la política grande se dio de la mano de Jimmy Carter, luego se mudó a Washington y desarrolló la base más consistente de encuestas sobre el voto latino, anticipando una dinámica impensada: El cambio de la mayoría de la base Cubano-Americana de Miami de demócratas a republicanos.

Hace dos años, Bendixen concretó una de sus aventuras más extraodinarias: Realizó en Cuba una encuesta sobre la popularidad de la política de apertura de Obama hacia la isla. Fue la primer encuesta independiente realizada en la isla desde que Fidel Castro tomó el poder en 1959.