El intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, es una de las principales espadas políticas de Florencio Randazzo y dice que lo acompañará en una interna. Sin embargo, sabe que de no alcanzar una lista de unidad en su municipio, La Cámpora podría complicarle el juego en el Concejo Deliberante.

"Queremos la unidad, pero la queremos con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias", manifestó este viernes Zabaleta. El intendente de Hurlingham es uno de los tres intendentes que pelea desde la primera hora por la candidatura de Randazzo, junto a su par de San Martín, Gabriel Katopodis, y de Bolívar, "Bali" Bucca.

El conflicto con el que se enfrenta Zabaleta es que las encuestas que circulan por estas horas le dan a Randazzo menos de 10 puntos. Por eso, más allá del discurso que promueve renovación, el intendente de Hurlingham conoce las consecuencias concretas que podría generarle enfrentar a Cristina Kirchner en su municipio, sin cerrar una lista única a nivel local.

Cuando los intendentes "díscolos" -que aún siguen, en teoría, alineados con la ex Presidenta- le hicieron el desplante a Máximo Kirchner y se juntaron con Randazzo, le propusieron la idea de que haya una lista de unidad en los distritos pese a que compitan arriba. Pero Randazzo dijo que no.

En rigor, lo que le ofrecían intendentes como Gustavo Menéndez y Leo Nardini era una suerte de interna disfrazada, en la que Randazzo pueda competir contra el candidato del sector que apoya a Cristina Kirchner pero que "abajo" (en los municipios) se alcance la unidad, para no perder fuerza en sus propios distritos. Randazzo descartó esa opción y les pidió un apoyo total. 

La negativa del ministro no complicaría tanto a quienes queden en el bando de Cristina como a los que se mantienen firmes junto a Randazzo, que mide mucho menos. Bucca no tiene tanto que perder porque en Bolívar no sería tan fuerte la aceptación de la ex Presidenta, pero en el caso de Katopodis y Zabaleta, enfrentar una interna local podría dejarlos debilitados de perder concejales.

En Hurlingham, el intendente mantiene una relación compleja con La Cámpora. El FPV en el Concejo Deliberante no tiene mayoría simple. De 9 concejales hay 5 a los que se les vence el mandato y todos ellos responden al intendente, mientras que el único camporista es el presidente, Martín Rodríguez, cuñado del Cuervo Larroque y con mandato hasta 2019.

En el entorno de Zabaleta confían que harán una buena elección y esperan poder reemplazar esos cinco lugares. Sin embargo, de abrir una interna local, La Cámpora buscará meter sus fichas en el Concejo en lugar de los nombres que elija el intendente.

Pero además de lidiar en una interna contra el FPV, Zabaleta tiene que enfrentar a otras fuerzas como el massismo y el PRO. El ex intendente massista mantiene un bloque de cinco ediles en alianza con el monobloque socialista de Lautaro Aragón, hay otros dos justicialistas y el PRO tiene tres concejales, pero a ninguno se le vence la banca. Además, el macrismo busca jugar una carta fuerte con Lucas Delfino, el nexo de Rogelio Frigerio con los intendentes que irá en la boleta para primer concejal.

Según la última encuesta de Analogías, Massa podría sacar unos 20 puntos. Si Randazzo se estanca en 10, quedaría muy debilitado contra el FR, el PRO y Cristina. Ante esta panorama, Zabaleta podría explorar una lista de unidad local para no perder concejales frente a La Cámpora y embarcarse en una interna dura que podría beneficiar al resto de las fuerzas políticas.

"Acá se puede llegar a forzar una lista de unidad en lo local", especulan en la oposición en diálogo con LPO. Sin embargo, en el entorno del intendente repiten que no hay nada cerrado a nivel local.     

Entre Zabaleta y La Cámpora hay una negociación y una doble tensión. Por un lado, se ve la preocupación del intendente que quiere renovar sus concejales sin perder fuerza. Por otro, se la de La Cámpora que no se resignará a perder caja y espacios de poder. Es que -además del presidente del Concejo Deliberante- la organización de Máximo tiene muchos puestos en el gabinete de Zabaleta. Eso genera que el intendente no pueda tensar tanto la relación y por estas horas corra el riesgo de perder poder de entrar en una pelea interna con la ex Presidenta.