Desde la campaña Donald Trump quiso contrastar su posición ante Israel con la adoptada por su antecesor, quien fue muy crítico de la política expansionista de Benjamin Netanyahu, que a su parecer estaba poniendo en riesgo la estabilidad en la región. Durante los últimos meses de su administración, Barack Obama se negó a vetar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para condenar los asentamientos israelíes en territorio oficialmente considerado en disputa y fuera del territorio nacional de Israel.

A pesar de su violenta retórica en la campaña, y de haber intentado pasar mediante dos fallidas órdenes ejecutivas una prohibición de entrada a los Estados Unidos a ciudadanos de varios países musulmanes, en su visita el fin de semana a Arabia Saudita a Trump se le vio con un discurso más moderado y unificador.

Desde su visita a Arabia Saudita durante el fin de semana, el presidente ha aprovechado toda oportunidad para atacar a Irán y básicamente responsabilizarlos de la inestabilidad en la región.  

Hoy Trump hizo historia al convertirse en el primer presidente de Estados Unidos en funciones en visitar al muro de los lamentos, sitio histórico y sagrado para la fe judía. Sin embargo, no acudió acompañado del Primer Ministro Netanyahu, según explicó la Casa Blanca, para evitar dar la impresión de que aprobaba la postura de Israel. Jerusalén, donde se encuentra el muro, es también -oficialmente- una región en disputa.

El presidente colocó su mano derecha sobre el muro sagrado y pasó unos momentos de contemplación, quizá recordando los acontecimientos de las últimas dos semanas, que trajeron un número récord de escándalos para su administración.

Trump ha repetido en varias ocasiones su intención que llevar paz a la región y terminar con el conflicto, misión que puso en manos de su yerno de 36 años Jared Kushner. En su discurso de hoy junto al Primer Ministro Netanyahu, el presidente aseguró que el viaje le ha dado "nuevas razones para sentir esperanza", y brinda a todos los actores "una rara oportunidad para traer seguridad y estabilidad a la región y su gente, venciendo al terrorismo y creando un futuro de armonía, prosperidad y paz".

El mandatario insistió en que la única manera de alcanzar ese ideal era mediante el trabajo conjunto. "No hay otro camino", dijo.

Desde su visita a Arabia Saudita durante el fin de semana, el presidente ha aprovechado toda oportunidad para atacar a Irán y básicamente responsabilizarlos de la inestabilidad en la región. Se trata de una estrategia inexplicable, considerando que Barack Obama alcanzó un acuerdo anti proliferación nuclear con el Gobierno iraní, y que durante el fin de semana los iraníes reeligieron de manera democrática al presidente Hassan Rouhani, quien es considerado un moderado de corte liberal en temas económicos, interesado en incrementar la inversión extranjera en su nación.

"No sólo les dimos una cuerda para rescatarlos, les dimos fortuna y prosperidad", dijo Trump, refiriéndose al acuerdo alcanzado por Obama, "y también les dimos la habilidad de continuar con el terror".

Durante el mensaje conjunto que ofrecieron los dos mandatarios, un reportero gritó una pregunta respecto a la revelación de que Trump habría compartido inteligencia israelí con el canciller y el embajador rusos. Trump respondió: "Nunca mencioné la palabra o el nombre de Israel. Nunca fue mencionado durante la conversación".

Quizás en el nombre de las relaciones diplomáticas con el nuevo presidente, Israel se ha negado a condenar la indiscreción del presidente con una nación aliada a Irán, quienes son uno de sus principales enemigos. El mismo Netanyahu dijo que no estaba preocupado por el incidente y que la cooperación entre las agencias de inteligencia de ambas naciones era fantástica.

'No sólo les dimos una cuerda para rescatarlos, les dimos fortuna y prosperidad', dijo Trump sobre Irán

Si bien los israelíes de a pie se han mostrado optimistas respecto a las relaciones con el nuevo presidente, también hay cierta incertidumbre, y es que la administración de Trump también se ha mostrado cercana a Palestina. De hecho, el líder palestino visitó a Trump en Washington hace apenas unas semanas.

Desde el aeropuerto, Netanyahu aseguró que Israel extiende su mano a todos sus vecinos, incluyendo a los palestinos, y que esperaba que la visita de Trump se convirtiera en un parteaguas histórico "en el camino a la reconciliación y la paz".

"La paz que buscamos es una genuina y duradera, en la que el estado judío sea reconocido, la seguridad permanezca en manos de Israel y el conflicto termine de una vez por todas", dijo el Primer Ministro.

Por su parte, el presidente israelí Reuven Rivlin, dijo que la visita era un "símbolo del lazo irrompible entre Israel y Estados Unidos".

"El mundo necesita un Estados Unidos fuerte", dijo Rivlin. "El medio oriente necesita un Estados Unidos fuerte. Israel necesita un Estados Unidos fuerte. Y, si me permiten, Estados Unidos también necesita un Israel fuerte".