Le regalo una camiseta de boca.

Ya no existen más dudas. Hay que reconocerle al lacra que cuando de negocios se trate y que perjudiquen a la República en beneficios de las grandes corporaciones mundiales, él está dispuesto a ponerse las rodilleras. hincarse y beber en las fuentes. Quiere o pretende un país amordazado por el eje agrícola-ganadero-industrial-bancario-financiero, donde prevalezca un núcleo pequeño en cantidad pero poderoso económicamente y bien determinado que condicione el crecimiento del país en favor de aquellos que más tienen y que mediante la exportación de materias primas y ciertos insumos industriales muy específicos, mantengan un mercado laboral flexibilizado al mango con un porcentaje más que importante de desempleo y que con la importación indiscriminada y las altas facturaciones del sistema energético, posibilitará la liquidación de las pymes que son en general las que crean empleo, y una inflación que será dominada por la falta de mercado consumidor, en virtud de que se evidencia día a día que la gente tiene menos plata en el bolsillo. Logrado esto, transformarán a la república en el país estancia que ni siquiera Martínez de Hoz en el 76 logró imaginar o animarse a imponer. ¿Quién no se acuerda del juego del monopolio o de la perinola, salvo que con la que se pretende jugar ahora, es que todas sus caras digan: toma todo. Cuando se vayan, porque se van a ir, estarán en posesión de todas las empresas que definen el movimiento económico del país, incluidas aquellas que se encuentran todavía en poder del estado y que se privatizarán sin dudas. Mugrizio "Lacra" Macri y sus acompañantes, representan sin dudas lo que dijo en alguna oportunidad el sociólogo francés Pierre Bourdieu al referirse al neoliberalismo: Es a la sociedad, lo que el HIV para el ser humano. Invade el organismo y lo destruye todo. Nadie con cierto grado de honestidad intelectual, puede considerar que los problemas económicos que aquejan a nuestro país son debido a que los trabajadores perciben grandes sueldos, poseen muchos beneficios, son vagos o no les gusta trabajar. Nadie podrá echarle la culpa a los sindicatos. Ni éstos ni aquellos poseen trescientos mil millones de dólares en cuentas off-shore que salieron del país sin pagar los impuestos a las ganancias entre otros, lo que implica y demuestra que en todo tiempo y lugar, en la historia contemporánea de nuestro país, los buenos muchachos empresarios han logrado diferencias a su favor y que inmediatamente han puesto a buen resguardo y siguen y seguirán desgañitándose de que no se les ofrece y permite hacer lo que se les cante. Lpmqlrmp.