La oposición exigió la salida del jefe de la AFI Gustavo Arribas hasta aclarar la denuncia del cambista brasileño Leonardo Meirelles, que el jueves confesó haberle girado 850 mil millones dólares en 2013 como parte de coimas de la constructora Odebrecht.
Meirelles está preso y accedió a un beneficio de delación premiada, que le permite mejorar su proceso judicial a cambio de aportar información como la que ahora tiene contra las cuerdas a Arribas.
El jefe de la AFI lo denunció por falso testimonio y ayer en el Gobierno le impidieron asistir a la bicameral de control de organismos de inteligencia, que este mediodÃa se reunió igual para evaluar su situación.
Y los legisladores del Frente para la Victoria-PJ y el Frente Renovador plantearon que lo más conveniente es apartarlo mientras dure la investigación judicial. Cambiemos lo defendió, pero aceptó citarlo nuevamente a la bicameral, esta vez a modo de ultimátum.
Según supo LPO, el pedido de renuncia lo iniciaron el senador Marcelo Fuentes y la diputada Teresa GarcÃa (FpV-PJ) y luego se sumó su par Marcela Paso (Frente Renovador), que al salir de la reunión lo hizo público en un comunicado.
"No se trata de un hecho de su vida privada. Arribas ocupa hoy un cargo desde el cual puede tapar lo que hizo tiempo atrás. No deberÃa seguir en su cargo mientras dure la investigación", afirmó la diputada kirchnerista.
"La AFI podrÃa ser un elemento para producir prueba a la Justicia, y resulta que su titular es el imputado en la causa. ¿Cómo se le explica eso a la gente? A nosotros no nos parece correcto y por eso decimos que Arribas no puede mantenerse en su cargo hasta bien se aclare su situación", agregó Passo.
Con argumentos similares, GarcÃa y Fuentes habÃan advertido que Arribas podÃa recaer en un conflicto de intereses. "Si la justicia es lenta no es un problema nuestro. No podemos separar a un funcionario por una causa que se instruye en el exterior", respondió el diputado macrista Daniel Lipovetzky.
Otro cruce fue cuando Fuentes intentó comparar la actitud de Arribas con la de su antecesor Oscar Parrilli las semanas siguientes a la muerte de Nisman. "Vino acá y dio la cara", diferenció. "Es un disparate comparar eso", replicó Lipovetzky.
GarcÃa cuestionó por insuficientes las respuestas que Arribas acercó a sus preguntas enviadas en febrero, cuando sólo se conocÃa la primera declaración de Meirelles en la justicia brasileña.
El cambista habÃa hablado de giros por 600 mil dólares a Arribas, pero la semana pasada, en una videoconferencia ante la fiscalÃa de investigaciones administrativas (Fia) de Argentina, precisó que fueron 10 envÃos por 850 mil. La procuradora Alejandra Gils Carbó habilitó un exhorto para corroborar la información ante la justicia brasileña.
No hubo acuerdo en la comisión en hacer una declaración conjunta y se delegó la función de vocero en su presidente, el senador Juan Carlos Marino, motivo de sospechas en Cambiemos por su vÃnculo con Enrique "Coti" Nosiglia.
Marino admitió la bronca de sus pares por el faltazo de Arribas y confirmó que volverán a convocarlo, pero que ya no le aceptan excusas para no ir. "Ya no va a ser una invitación, sino una citación a esta comisión para los próximos dÃas", aclaró, pero no puso fecha.
El pampeano no habÃa empezado bien el dÃa: pidió una reunión previa con los legisladores oficialistas de la bicameral, pero los macristas no quisieron ir.
En una semana con todas las comisiones caÃdas por falta de quórum, en esta sólo faltó el senador radical Oscar Castillo. La voz opositora amistosa fue la del senador Roberto Basualdo (Interbloque federal), quien remarcó el rol del Congreso en el conflicto. Fue el único que puso paños frÃos.
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