El registro nacional de armas es una caldera por la guerra entre su titular, la ex sciolista Natalia Gambaro, y un director nacional que responde al macrismo y destapó la olla luego de que no lo dejaran entrar a su oficina y le sacaran hasta la computadora.

José Capdevilla, director nacional del Registro y Delegaciones del ex Renar, ahora llamado Administración Nacional de Materiales Controlados (Anmac), se había pedido una licencia por una dolencia y cuando quiso volver a su despacho se encontró con que le habían negado el acceso al edificio.

Capdevilla culpó directamente a Gambaro, ex diputada nacional por el partido de Francisco de Narváez, que también tuvo un paso por el equipo de Daniel Scioli, quien la había designado interventora de la fundación del condenado Padre Grassi.

El director nacional le envió una durísima carta a Gambaro, a la que tuvo acceso LPO, en la que la acusa de "despótica y soberbia". Además la acusa de no sumarse al "cambio" y de ser parte del "caballo de Troya" que integran los "patoteros" del Gobierno anterior.

En la carta Capdevila hace referencia a tres expedientes a los que no puede acceder: uno tiene que ver con la licitación ganada supuestamente de manera irregular por Dienst Consulting S.A.; el segundo con la situación de la Armería Full Metal que fue clausurada varios meses por irregularidades y reabrió hace poco, y el ultimo sobre un control que se hizo en Coto, en el también se habrían encontrado graves irregularidades.

"No le mientan más a la población y al ministro de Justicia con lo de la destrucción de armas como sacadas del delito cuando en su gran mayoría son armas desafectadas de las fuerzas de seguridad y de los servicios penitenciarios", disparó Capdevilla.