Octavio Bordón camina apurado por los pasillos del enorme edificio de la embajada argentina en Chile, una construcción de estilo francés que el gobierno chileno edificó para la representación argentina luego que la sede original quedara destruida en un incendio. "Esa idea de que la película empieza cuando uno llega a mi no me gusta", asegura en una entrevista con LPO. Además, sostiene que se siente un continuador de "las mejores cosas que pasaron desde el retorno de la democracia en ambos países".

Pese a ser santafesino, fue gobernador de Mendoza y más tarde senador y diputado por esa provincia. En 2003 asumió al frente de la embajada argentina en Estados Unidos, cargo que ocupó hasta que Cristina Kirchner llegó a la presidencia. En 2015, Mauricio Macri lo eligió para representar a su gobierno en Chile.

Bordón reconoce que el triunfo de Trump "preocupó al gobierno argentino y a la región". Además diferencia al ‘Trump candidato' del ‘Trump presidente' y pone como ejemplo la buena relación de la nueva administración republicana China, muy lejos de las denuncias del magnate contra la potencia asiática. Además, resalta que es necesario "evitar este sub desarrollo de acuerdos de libre comercio que tiene el Mercosur con el mundo".

Ya pasaron tres meses de la asunción de Trump como presidente. ¿Qué deben esperar los países de la región?

Cuando yo era embajador en Estados Unidos nadie pensaba que Trump iba a ser presidente. Ciertamente hubo elementos que preocuparon a la región y al gobierno argentino. Pero, como dijo Susana Malcorra: Siempre en la política internacional, sin perder convicciones, hay que entender que todo cambio de situación significa incertidumbre y, por lo tanto, hay que encontrar las oportunidades.

Las políticas de relaciones exteriores del Trump candidato fueron modificadas por el Trump presidente, basta a ver lo que dijo que iba a ser la relación con China y Rusia y lo que terminó siendo.

En esa línea y con esa actitud estamos actuando los países latinoamericanos. El gobierno de Trump dio una definición sobre la relación con México que no sabemos cómo se va a mantener. Hemos acercado nuestra solidaridad con ese país latinoamericano, pero desde una postura focalizada en no generar un conflicto, sino de acercar soluciones.

En otros aspectos, las políticas de relaciones internacionales que proponía ‘el Trump candidato' fueron modificadas por el ‘Trump presidente' por efecto de la realidad. Analice usted cómo se imaginó la relación de la nueva administración de Rusia y con China y verá cómo esa la relación hoy con Rusia y con China no es exactamente igual (NdR: Trump elogió a Putin en toda la campaña y hoy está enfrentado por Siria y dijo que iba a denunciar la manipulación cambiaria de China y no sólo nunca lo hizo, sino que hasta ahora tiene una buena relación con la potencia comunista).

¿Más allá de la reciente reunión de Trump con Macri, cree que existe una agenda concreta de Trump hacia Latinoamérica?

No hubo definiciones todavía, salvo algunos temas muy puntuales. Pero tampoco se han cubierto los principales cargos del Servicio Exterior. Veo una situación que va a ser exploratoria en términos de región.

Fui embajador y recuerdo que tuvimos puntos de divergencia como el tema de Iraq, pero eso no fue dificultad para sostener políticas en común como el reordenamiento de la deuda argentina, la lucha contra el crimen o la no proliferación nuclear. Hoy tenemos algunas preocupaciones como el tema de la exportación de limones. Como ex embajador se que muchas decisiones no pasan por lo político. La oficina de Comercio Internacional juega un papel muy importante y creer que automáticamente una cumbre resuelve todo es ponerle una expectativa que después no se cumple.

A Usted le toca ser embajador de Chile en un momento en que el gobierno argentino empieza a mirar este país como un socio estratégico. ¿Cuál es el escenario actual y cuáles son las perspectivas con Chile?

Con Chile hay una relación de 200 años que tuvo momentos excepcionales como lo fue con San Martín y O'Higgins. Hay una relación histórica de una riqueza magnífica. A esto yo le sumo que aunque hubo disputas y desconfianzas, siempre se resolvieron de manera pacífica. Nunca hubo una guerra entre los dos países. Y el hecho de resolver las diferencias de manera diplomática en una de las frontera más extensas del mundo tiene una valor increíble.

¿Es un momento de refundación de las relaciones con Chile?

A mí esa idea de que la película empieza cuando uno llega no me gusta y se que no está tampoco eso en el presidente Macri. Nos sentimos continuadores de las mejores cosas que pasaron desde San Martín y O'Higgins hasta acá. Y sobre todo desde el retorno de la democracia en ambos países.

Usted sigue una línea de trabajo de una Sudamérica Bioceánica para reinsertar a la región en el mundo. ¿En qué consiste?

Durante muchos años planteé que la Argentina no podía dejar de mirar hacia el Pacífico. Nosotros somos el segundo país andino del continente después de Chile y a veces nos olvidamos de eso.

Durante años planteé que la Argentina no podía dejar de mirar al Pacífico. Somos el segundo país andino del Continente después de Chile y a veces nos olvidamos de eso.

Pero también ahora, cuando hemos vuelto tanto la mirada hacia el Pacífico por la emergencia de Asia-Pacífico como una gran zona de dinamismo económico, hay que pensar que la importancia del Atlántico no se terminó.

En esa línea, el diálogo entre Argentina y Chile es fundamental y de algún modo en este último tiempo se hizo más rápido y mucho más intenso este diálogo entre el Mercosur y la Alianza con el Pacífico de lo que venía siendo hasta ahora.

El kirchenrismo se enfocó en el Mercosur mientras que Chile cerró acuerdos comerciales con todos los países que pudo. ¿Estamos en un punto en el que nos damos cuenta que el camino era hacia ese lado, hacia los acuerdos bilaterales?

Tenemos que ir hacia esos acuerdos bilaterales pero comprendiendo que somos históricamente estructuras económicas distintas. Hace muchos años Chile lanzó la frase "la convergencia en la diversidad" y es hacia eso donde nosotros estamos trabajando ahora.

Y avanzamos mucho. Estamos avanzando en la profundización de los acuerdos que ya teníamos con Chile. Estamos trabajando muy codo a codo con Brasil y los otros dos socios originales del Mercosur para actualizar y profundizar las reglas internas del Mercosur.

Quizás no podamos llegar con la misma velocidad que Chile, que tiene firmados tratados de libre comercio con el 80% del comercio mundial, pero sí evitar este sub desarrollo de acuerdos de libre comercio que tiene el Mercosur con el mundo. En esto tenemos una gran coincidencia con Brasil, Uruguay y Paraguay.

LPOCristobal Olivares

En pocos meses habrá elecciones presidenciales en Chile y más allá de Sebastián Piñera, que aparece liderando las encuestas, hay otros dos candidatos con buenas mediciones pero que aparecen ajenos a la política tradicional. Me refiero a Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez que provienen del periodismo. ¿Esto determina una crisis de los partidos o de representación en Chile?

Yo creo que existe una crisis en distintas etapas, no solo en nuestra región. Fijesé en Europa hoy leía un artículo en un diario que planteaba esta idea de ‘gobernar sin partidos'.

Efectivamente hay una crisis de los partidos pero de ahí a la muerte de esos partidos, es otra cosa. Un gran político uruguayo decía que "fue a muchos velorios de instituciones internacionales, pero a ningún entierro". Por eso, los grandes anuncios de la muerte de la prensa escrita, de los partidos, de las encuestas, creo que en realidad son crisis de las cuales se puede salir.

Creo que Chile hoy está a tiempo para reconocer cuales son los complicados hijos de su gran éxito y darles respuesta. El hecho es que siguen habiendo partido tradicionales importantes, aunque con dificultades. Y también nuevos dirigentes que se expresan en fuerzas políticas, porque Guillier va a ser candidato de una coalición de partidos históricos. Y Sánchez de una coalición de partidos más jóvenes. Incluso el ex presidente Piñera que aparece como el principal candidato a ganar en Chile Vamos. Todos tendrán el mismo desafío.

¿Lamenta que Ricardo Lagos haya declinado su candidatura?

Yo sigo teniendo muchísima admiración y afecto con Lagos. Él va a seguir siendo importante con sus opiniones y sus propuestas para Chile, y la para integración entre Argentina y Chile, pero también para el rol de América Latina en el mundo. Creo que es uno de los dirigentes más extraordinarios que los últimos años se dieron en la política latinoamericana.

Finalmente el gobierno se inclinó por el túnel de Agua Negra en San Juan y mejorar Cristo Redentor en Mendoza y dejó de lado otros proyectos...

Bueno, tenemos 26 pasos desde el norte al sur y cada uno de ellos tiene su importancia, pero por supuesto que en términos de volumen el más importante de todos es Cristo Redentor porque además conecta el centro más poblado de ambos países y es el principal punto articulación entre el Pacífico y el Atlántico.

Todos tienen su importancia, pero hubo que tomar algunas decisiones. Así como se reactivo el ferrocarril desde Salta hasta la región de Antofagasta en el norte, se ha decido y próximamente se llama a licitación el túnel de Agua Negra, que va a comunicar la provincia de San Juan con la región de Conquimbo-La Serena y futuros puertos que van a ampliar esa zona.

Eso será una obra que va a llevar varios años, mientras tanto seguirá siendo el más importante el cruce que une el puerto San Antonio, de Valparaíso, con Mendoza. Ahí tenemos varias obras de mejora y la posibilidad convertir el viejo túnel ferroviario en un segundo túnel para vehículos paralelo al actual. A eso le sumaríamos obras de autopistas o de triple mano a ambos lados de la cordillera.

¿Las obras son una apuesta a la profundización del comercio con Chile?

Las mejoras serán clave en cuanto la economía de Brasil se recupere de la recesión de los últimos años, y Argentina salga de una recesión similar en sintonía con el comercio internacional. Si en cuatro años no tenemos totalmente remozado el Cristo Redentor va a ser muy dificultoso el intercambio entre el Atlántico y el Pacífico.

Hay que apurar las obras de interconexión con Chile como la remodelación del paso de Cristo Redentor, para cuando Brasil se recupere de su recesión. Si en cuatro años no la tenemos lista se va a complicar el intercambio entre el Atlántico y el Pacífico.

Lo que se ha dejado de lado es el proyecto del túnel de baja altura a la altura de Mendoza y Valparíso y que tenía más de 50 kilómetros de extensión (una obra que proponía Eurnekian). Puede ser una gran obra a futuro, pero ahora no tenía una financiación. Lo que había era una iniciativa privada, con muchas ganas y entusiasmo, pero ninguno de los dos países estuvieron dispuestos en dar las garantías que esa obra que se estimaba en 25.000 millones de dólares. Puede ser una gran obra para imaginarla en los próximos años pero no está entre los que vamos a trabajar en esta década.

¿Cómo impacta en la embajada el flujo de argentinos que vienen a comprar a Chile teniendo en cuanta que uno de los aspectos que dan cuenta los diarios argentinos son la cantidad de robos?

Si, nos pasa desde el norte hasta el sur. Incluso tuvimos que habilitar la atención durante los fines de semana para atender a los argentinos que sufren robos de pertenencias o pasaportes. Habilitamos espacios policiales acá en Santiago para que puedan hacer las denuncias más rápido y empezar a tramitar el documento complementario.

Sin criminalizar la situación, es importante que la gente sepa que el delito existe en todos lados donde hay espacios de turismo. Muchas gente deja pertenencias en los autos y el delito observa todo eso con mucho detenimiento y hay un accionar sistemático. Es importante que los argentinos sepan que acá deben tener los mismos cuidados que en nuestro país.