Este miércoles por la mañana, el presidente Macri se subirá a un helicóptero en Houston que lo trasladará hasta la ciudad de Freeport, ubicada a poco más de una hora y media de Houston.

Allí lo esperarán Paolo Rocca y los ceos de Tenaris, para mostrarle el avance de la construcción de la planta de tubos sin costura que la multinacional italo-argentina prevé inaugurar a fines de este año.

No se trata de un inversión menor: el Grupo Techint desembolsará al menos u$s 1.800 millones para levantar esa planta -se supone la más moderna del mundo-, que dará empleo al menos a 600 personas.

En principio no es una visita abierta a la prensa y se extenderá entre las 9 y las 11 de la mañana del miércoles, con Macri recién llegado de Buenos Aires.

Una vez terminada, el helicóptero lo llevará al The Houstonian Hotel and Spa, un resort ubicado en pleno Houston, rodeado de parques y con el típico estilo texano de ladrillo a la vista, hierro y cuero.

En esa confortable sede tendrá lugar el almuerzo con líderes de la industria petrolera y sobre todo fondos de inversión que analizarán si vale la pena jugar unas fichas a Vaca Muerta, caballito de batalla del ministro de Energía, Juan José Aranguren, que será uno de los oradores junto al Presidente.

Fuentes del sector explicaron a LPO que en esta etapa son fondos de Equity los que están apostando más fuerte por inversiones en energía, más que directamente las grandes firmas petroleras, que hasta ahora avanzan con posicionamientos más que con desembolsos fuertes.

La reunión fue organizada contra reloj por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) que tiene en esta ciudad un capítulo local. Presentará a Macri el presidente del IAPG Houston, Miguel Di Vincenzo.

Es poco probable que haya algún anuncio fuerte, pero lo importante ocurrirá entre las mesas, donde se medirá el pulso de la Argentina como destino de inversiones. El viaje también iba a incluir una pasada por Boston para juntar a Macri con inversores, pero al final se suspendió.

Por eso, luego del almuerzo, Macri partirá a Washington donde el jueves lo espera el plato fuerte: El almuerzo con Donald Trump en la Casa Blanca, momento esperado con ansiedad por el Gobierno para ver si termina de encarrilar la relación con el republicano, luego d ela fallida apuesta por Hillary Clinton.